VENEZUELA, EXPORTADOR DE CAPACIDAD INTELECTUAL
Genaro Mosquera
La agencia Bloomberg,2023 ha confirmado la subjetiva
impresión que el éxodo venezolano ha llevado consigo a una variedad inmensa de
países la cultura universitaria, sus títulos académicos, experiencias y buena
formación adquirida en los centros universitarias del país lo dotaron en su
momento de visión crítica, métodos para investigar y gran calidad técnica
profesional. Esa población calificada ha migrado llevando una valija de conocimientos
que los países de acogida disfrutan sin haber pagado un dólar, en tal sentido
han logrado acrecentar la calidad profesional de su fuerza laboral, mejorar los
sistemas empresariales, educativos, emprendimiento innovador y de sus sistemas,
todo en beneficio del desarrollo es esos países.
De acuerdo
a la estimación de expertos en la materia información objetiva se ha incorporado
a los informes del Fondo Monetario Internacional, manifestando que “unos dos
millones de venezolanos con títulos avanzados viven fuera de su país y, la
mayoría de los cuales han logrado emprender negocios que han generado millares
de empleos mientras otros miles contribuyen con el mundo académico o de la
investigación. Los venezolanos tienden a tener más educación que el
ciudadano promedio de las economías de destino”
Es evidente para los investigadores nacionales
interesados en el tema la confirmación de sus hipótesis de trabajo que
profundizan su apreciación que en las
universidades se pone de manifiesto cada vez más el drenaje de universitarios
calificados, de técnicos de primera línea, de profesores e investigadores muy
calificados que ante el deterioro del salario y las adversas condiciones de
trabajo continuar gradualmente y en un crecimiento interanual sostenido a
buscar mejores perspectivas para su vía familiar. Se fueron generalmente solos,
luego con la familia y finalmente se establecieron en condiciones altamente
favorables en los lugares a donde fueron. Comenzaron otra vida, formaron muchos
de ellos familia y, ya su descendencia se mueven como nacionales en otros países;
ellos mismos, buscando la estabilidad se hacen ciudadanos y se enraízan en esos
lares.
Los efectos psicológicos del éxito profesional
logrado en casi cualquier campo, la ausencia física y los recuerdos patrios los
invade cada día con menos intensidad, miran a lo lejos al terruño como una entelequia
sin solución, saben que está en poder de delincuentes y del oprobio cuyas
políticas premeditadas que han creado una nueva generación sustituta de jóvenes
diferentes, sin cultura, con ausencia de formación adecuada y por lo general
sin ética, valores o simplemente con otra cultura nacional. Frente a esa realidad,
añoran su vida precedente con amor lejano, pero lejos de regreso. Se han
asentado como buenos inmigrantes con categoría de ciudadanos, ven a lo lejos el
desastre venezolano y solamente miran y opinan por lo general subjetivamente.
Casi como un símil vemos un comportamiento
similar al de la colonia cubana en los Estados Unidos, cuya clase media, y
profesional se marchó y constituyeron una nueva pequeña Cuba, que ya no es tan pequeña,
y solo tienen añoranzas lejanas, no se comprometen, hablan de la visión originaria
de sus ancestros, es como un sueño, pero en realidad, su nivel de adaptación a
otra cultura los hace insensibles para provocar efectivamente un cambio político y no van más allá de la retórica
narrativa.
En nuestro país los equivalentes a esos
migrantes que se quedaron, queriendo, pero no queriendo, integrado por profesionales,
docentes, investigadores o ciudadanos de clase media han perdido esa condición
como consecuencia de una política de estado, se cayó en la trampa jaula de la
igualdad social, la eliminación de la meritocracia, se perdió el piso del
trabajo y cada vez más se mimetizaron como otra clase que busca derroteros no profesionales.
La conversión de universitarios en artesanos y emprendedores con los oficios más
diversos está de moda en este tiempo. Casi cualquiera ejerce un oficio
conectado con su profesión como simple jornalero, hemos visto como ingenieros
civiles se hacen albañiles, o especialistas en reparaciones de inmuebles, a ingenieros
eléctricos reparando carros computadora de diagnóstico en mano. Podemos citar
cientos de ejemplos en lo que se convirtió un profesional en Venezuela.
Un profesor o investigador universitario ha regresado
a dictar clases en una institución solo como vocación, pero sin no ejerce una
actividad complementaria su destino es hambre. Esa realidad ha cambiado la
estructura cultural venezolana, y hasta la demográfica, es decir, cuando un
tercio de la población se ha ido a otros mundos en busca de mejor acomodo acá se
generan segmentos culturales diferentes. Los que se van por imitación o por el
hambre caminan arrastrando por miles de kilómetros sus miserias apoyado en el
escaso recurso logrado al rematar sus pertenencias, otro segmento no
despreciable son personas enviadas por el régimen para organizar las marchas,
lucrase en el camino, ejercer el oficio de tráfico de personas y más importante
aún para el régimen, servir como fuerza de choque para enredarle la vida a
poblaciones o países mediante la provocación y violencia que están acostumbrado
ejercer para vincularlo a los procesos de desestabilización política alineado con los intereses del socialismo regimentada
por las instrucciones precisas de los lideres de la globalidad, cumplido ese
objetivo, los regresan “expulsados” como héroes en una supuesta acción
humanitaria.
Es un cuadro dantesco, porque Venezuela ya no
es un país, la mitad de la población inevitablemente se va a integrar otras
culturas, lo que queda es una población de individuos, ni siquiera de
ciudadanos, de la tercera edad jubilados viviendo de una pensión miserable y
regresando a sus orígenes populares que lograron cambiarla mediante su
educación, pero que han regresado a la condición marginal. Conviven entonces
con una población de jóvenes, generalmente integrada por emprendedores toeros, comerciantes,
dueños de pequeños negocios que le dan
para mantener la educación privada a sus descendientes, y defenderse con el
producto de negocios familiares, generalmente especulativos, pero que les
permite vivir en cierto sentido con alguna calidad de vida; muchos se vinculan
con los enchufados y movimientos políticos que tienen relación con el gobierno de
una forma postmoderna de colaboración y obviamente de sacar provecho oportunista de las influencias para hacer negocios o contactos
adecuados del aparato político controlado y puedan lucrarse sin mucho esfuerzo.
En fin, es un número relativamente grande de manera absoluta, pero que no
rebasan al cinco por ciento de la población que vive en el país actualmente.
Montados sobre una gran base piramidal está
más del sesenta de la gente que pertenece a un estrato etario de menos de 23 años y
solo han visto solo que han visto, no es una perogrullada, viven sin
saber que es democracia, calidad de vida
y libertad, la poca educación que reciben esta ideologizada, sin pensamiento crítico,
les importa un bledo la humanidad y tienen del régimen las facilidades de vivir
como quieran, sin asumir responsablemente el costo de los servicios, ni
obligaciones, son un caldo de cultivo para favorecer el crimen de cualquier
nivel, similar con la ya famosa ciudadela de Tocorón en El Estado Aragua.
Este dibujo a mano suelta, obviamente es
documentado, demostrable y, real nos permite ver un cuadro de descomposición
social de difícil desenvolvimiento, de obstáculos para el libre ejercicio democrático
y de las libertados públicas. Están sometidos a una estrategia de pretendida
acción de alinearse con el partido gobernante, o de sus sucédasenos, enrolarse
con uniforme y aperos a las huestes de empleados públicos civiles o militares
para asegurar un modus vivendi, o simplemente a las bandas delincuenciales. Ese
panorama induce a que realmente tenemos un problema social de mayúsculas
dimensiones que es aprovechado por otros
segmentos, es decir: cubanos depredadores, chinos especuladores financieros,
rusos traficantes de armas, de su turismo artificial y el tradicional mecanismo
de expansión territorial; árabes para apoderarse de los recursos, y de sus
potenciales posibilidades de negocios, de turcos, libaneses, etc. de control comercial y
con si fuera, poco de políticos llamados eufemísticamente progresistas
orientados a ser beneficiarios del poder y los cuales se han erigido en la gran
clase dominadora, especuladora, enriquecida, echona, pedante, recién vestida y
torturadora.
Los elementos citados están orientados a ser
resueltos por un deseo infinito de libertad, de recomponer la cosas, de
retornar a la democracia; desatan todas las incentivos posibles, desde el
rescate electoral y/o la protesta por la reivindicación salarial, y la mala calidad de
los servicios Esta realidad debe ser
resuelta, incluso dentro del marco de la recuperación de la libertad personal,
estos elementos deben lograrse no importa el tiempo, obstáculos, costo,
resistencia, la permanente denuncia, la búsqueda de relaciones externas e
iniciativas internas, ellas deben hacer la diferencia. Cualquiera de los métodos usados o una
combinación de ellos servirá para tratar de salir de esta gran tragedia que sufre
Venezuela.