ESTAFA
SALARIAL UNIVERSITARIA
Genaro
Mosquera
24 marzo,
2022
La calidad educativa
en las instituciones de educación superior se ha resquebrajado de manera
absoluta. La pandemia y sus efectos fueron determinantes para el abandono de las
instituciones que, a su vez, produjeron el deterioro de la infraestructura
física, y el desvalijamiento de sus bienes. Al mismo tiempo se
cambió el modelo educativo a la vía remota en un intento de instrumentar la
educación a distancia. con el objetivo de palear la ausencia de continuidad en
la formación profesional.
Este modelo
ha puesto al descubierto importantes limitaciones estudiantiles y docentes como
producto de la improvisación, restricción en la comunicación informática, y, una
marcada ausencia de cultura tecnológica.
Los estudiantes en general no han sido capaces de leer o comprender la
materia virtual el cual está llena de elementos basados en contenidos parciales
en una inútil simulación de las clases magistrales lo cual induce a confirmar
la tesis ya generalizada de la merma significativa en los objetivos del
aprendizaje. Estudios preliminares sostienen que uno de cada tres estudiantes
no es capaz de seguir o identificar los puntos centrales de un texto, y escasa
habilidad de poder analizar los contenidos académicos.
Como consecuencia de lo expresado, muchos
estudiantes estarían por debajo del mínimo de conocimientos profesionales requeridos
y por tanto no han logrado el desarrollo de habilidades y competencias
fundamentales para la gestión laboral lo cual han profundizado las
desigualdades con otros países de Latinoamérica. Estos jóvenes desfavorecidos, no solo han
perdido dos o tres años de estudio, sino lo que pudieron haber aprendido el
cual los pone en condición de rezagados en más del doble de los mejores
favorecidos de otros países ampliando aún más la brecha del conocimiento. Todas
las métricas de aprendizaje están empeorando drásticamente y afectan a muchas
otras áreas de la vida de la universidad y de su comunidad.
La
calidad de la educación en las universidades está directamente relacionada con
la remuneración de su capital humano y que por la condición de deterioro a la
que están sometidas no pueden atender sus responsabilidades. Al imponer el
régimen un instructivo unilateral mediante la cual fijan una tabla de salarial humillante
destruyen los niveles de competencia, los derechos sociales y las
reivindicaciones laborales los cuales son derechos adquiridos se pierden de un
plumazo.
Frente a la necesidad actual de
gestionar la continuidad de las actividades universitarias, y de recuperar los
aprendizajes se gestiona la reapertura a clases de manera presencial, pero ella
está condicionada por la política salarial impuesta por el régimen. En ella se
impone una remuneración a tabla rasa por debajo incluso de la canasta básica alimenticia
profundizando de esta manera ya no la calidad de vida sino la precaria
condición humana con salarios vergonzosamente bajos que determinan que los
docentes se aparten de su vocación educativa, migren o intenten sobrevivir al
hambre y a la humillación, escenario que podríamos describir sin exagerar como una
tragedia.
Esta detestable política laboral
impuesta e inconsulta, ha provocado dificultades para reinsertarse en la
universidad y de atender el llamado de las autoridades universitarias para el
inicio de las actividades. Esas autoridades eternas y además colaboracionistas
con el régimen se han dejado arrebatar la administración universitaria, dejando
que las políticas de recursos humanos las maneje el régimen directamente
convirtiendo de hecho a las universidades en direcciones de línea del ministerio
de educación universitaria.,
Se
ha, eliminando la convención colectiva autónoma la cual ha sido sustituida por
otra gobiernera, centralizada y montada por esquiroles sindicales oficiales,
traducidas en un instructivo que viola los derechos de irrenunciabilidad de los
derechos laborales, y la progresividad establecida en acuerdos, en la propia Constitución
y Ley de Universidades incluso. forzando la eliminación de esta última mediante
un proyecto oculto que impondrán casi inmediatamente.
La
universidad venezolana ve absolutamente restringida y mermada su misión,
objetivos y valores. Está siendo obligada a someterse al régimen cuya intención
es de aplicar el modelo político socialista y ejercer el control omnímodo de
todo el sistema universitario, reducir a su capital humano a sus designios sin
importar las consecuencias, violando sus derechos adquiridos legalmente
establecidos en convenciones laborales, la Constitución, leyes y reglamentos en
una evidente estafa salarial en claro desprecio a su condición y conocimiento.
El
llamado de las autoridades universitarias a clases presenciales se hace imposible ante el hecho que se impone
una política salarial que no permite vivir sino sobrevivir, que las
remuneraciones no cubren siquiera la canasta básica y mucho menos transporte,
libros y el decoro personal, aparte que no se cumplen los estándares mínimos de
funcionamiento de sus instalaciones las cuales solo están siendo maquilladas por empresas y funcionarios del
régimen donde las autoridades universitarias de manera engañosa afirman
que ellas dirigen tales acciones.
En
ese contexto es cuesta arriba afrontar la recuperación universitaria y regresar
a clases en las condiciones actuales y, adicionalmente, la dificultad de
articularse con la universidad del futuro y atender los nuevos requerimientos
de una sociedad tecnológica. Todo un reto que para resolverlo estará condicionado
irremediablemente al cambio del modelo político. Ello solo se logra con la
protesta, la movilización masiva, y lucha sostenida en búsqueda de la libertad
y la democracia.