sábado, 23 de abril de 2022

ESTAFA SALARIAL UNIVERSITARIA

 

ESTAFA SALARIAL UNIVERSITARIA

Genaro Mosquera

24 marzo, 2022



La calidad educativa en las instituciones de educación superior se ha resquebrajado de manera absoluta. La pandemia y sus efectos fueron determinantes para el abandono de las instituciones que, a su vez, produjeron el deterioro de la infraestructura física, y el desvalijamiento de sus bienes. Al mismo tiempo se cambió el modelo educativo a la vía remota en un intento de instrumentar la educación a distancia. con el objetivo de palear la ausencia de continuidad en la formación profesional.

Este modelo ha puesto al descubierto importantes limitaciones estudiantiles y docentes como producto de la improvisación, restricción en la comunicación informática, y, una marcada ausencia de cultura tecnológica.  Los estudiantes en general no han sido capaces de leer o comprender la materia virtual el cual está llena de elementos basados en contenidos parciales en una inútil simulación de las clases magistrales lo cual induce a confirmar la tesis ya generalizada de la merma significativa en los objetivos del aprendizaje. Estudios preliminares sostienen que uno de cada tres estudiantes no es capaz de seguir o identificar los puntos centrales de un texto, y escasa habilidad de poder analizar los contenidos académicos.

Como consecuencia de lo expresado, muchos estudiantes estarían por debajo del mínimo de conocimientos profesionales requeridos y por tanto no han logrado el desarrollo de habilidades y competencias fundamentales para la gestión laboral lo cual han profundizado las desigualdades con otros países de Latinoamérica.  Estos jóvenes desfavorecidos, no solo han perdido dos o tres años de estudio, sino lo que pudieron haber aprendido el cual los pone en condición de rezagados en más del doble de los mejores favorecidos de otros países ampliando aún más la brecha del conocimiento. Todas las métricas de aprendizaje están empeorando drásticamente y afectan a muchas otras áreas de la vida de la universidad y de su comunidad.

La calidad de la educación en las universidades está directamente relacionada con la remuneración de su capital humano y que por la condición de deterioro a la que están sometidas no pueden atender sus responsabilidades. Al imponer el régimen un instructivo unilateral mediante la cual fijan una tabla de salarial humillante destruyen los niveles de competencia, los derechos sociales y las reivindicaciones laborales los cuales son derechos adquiridos se pierden de un plumazo.

Frente a la necesidad actual de gestionar la continuidad de las actividades universitarias, y de recuperar los aprendizajes se gestiona la reapertura a clases de manera presencial, pero ella está condicionada por la política salarial impuesta por el régimen. En ella se impone una remuneración a tabla rasa por debajo incluso de la canasta básica alimenticia profundizando de esta manera ya no la calidad de vida sino la precaria condición humana con salarios vergonzosamente bajos que determinan que los docentes se aparten de su vocación educativa, migren o intenten sobrevivir al hambre y a la humillación, escenario que podríamos describir sin exagerar como una tragedia.

Esta detestable política laboral impuesta e inconsulta, ha provocado dificultades para reinsertarse en la universidad y de atender el llamado de las autoridades universitarias para el inicio de las actividades. Esas autoridades eternas y además colaboracionistas con el régimen se han dejado arrebatar la administración universitaria, dejando que las políticas de recursos humanos las maneje el régimen directamente convirtiendo de hecho a las universidades en direcciones de línea del ministerio de educación universitaria.,

Se ha, eliminando la convención colectiva autónoma la cual ha sido sustituida por otra gobiernera, centralizada y montada por esquiroles sindicales oficiales, traducidas en un instructivo que viola los derechos de irrenunciabilidad de los derechos laborales, y la progresividad establecida en acuerdos, en la propia Constitución y Ley de Universidades incluso. forzando la eliminación de esta última mediante un proyecto oculto que impondrán casi inmediatamente.

La universidad venezolana ve absolutamente restringida y mermada su misión, objetivos y valores. Está siendo obligada a someterse al régimen cuya intención es de aplicar el modelo político socialista y ejercer el control omnímodo de todo el sistema universitario, reducir a su capital humano a sus designios sin importar las consecuencias, violando sus derechos adquiridos legalmente establecidos en convenciones laborales, la Constitución, leyes y reglamentos en una evidente estafa salarial en claro desprecio a su condición y conocimiento.

El llamado de las autoridades universitarias a clases presenciales  se hace imposible ante el hecho que se impone una política salarial que no permite vivir sino sobrevivir, que las remuneraciones no cubren siquiera la canasta básica y mucho menos transporte, libros y el decoro personal, aparte que no se cumplen los estándares mínimos de funcionamiento de sus instalaciones las cuales solo están siendo  maquilladas por empresas y funcionarios  del  régimen donde las autoridades universitarias de manera engañosa afirman que ellas dirigen tales acciones.

En ese contexto es cuesta arriba afrontar la recuperación universitaria y regresar a clases en las condiciones actuales y, adicionalmente, la dificultad de articularse con la universidad del futuro y atender los nuevos requerimientos de una sociedad tecnológica. Todo un reto que para resolverlo estará condicionado irremediablemente al cambio del modelo político. Ello solo se logra con la protesta, la movilización masiva, y lucha sostenida en búsqueda de la libertad y la democracia.

sábado, 9 de abril de 2022

ILUSION ECONOMICA

 

Ilusión económica

Por

 Genaro Mosquera

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La estrechez económica de la sociedad venezolana, cuyo ejemplo más significativo es el de los profesores universitarios y, en general, de la comunidad universitaria los ha llevado a la condición de marginalidad. En consecuencia, reaccionan y protestan ante este estado de cosas, denuncian las políticas salariales impuestas y la violación de los derechos contractuales. Han comprendido muy claramente la intención de someterlos. Ahora el régimen profundiza la intervención al apoderarse de la administración laboral y someterla a un sistema presupuestario centralizado, al crear sindicatos oficialistas, cambiar los procedimientos, controlar totalmente las tablas salariales, organizaciones y hasta el emprendimiento. Se han apoderado de la infraestructura física y provocado un hecho sin precedentes, como es el éxodo de millones de venezolanos que se fueron con sus sueños y carga intelectual a otros territorios.

Han dejado colgado a pensionados y jubilados, a profesionales, educadores activos y a personas que no han podido emigrar, los cuales están sujetos a la ignominia y humillación de un sueldo que se aproxima al salario mínimo. Demagógicamente anuncian en medio de grandes fanfarrias un incremento “justo” de sueldos y salarios, sin mencionar que se están despreciando derechos sujetos a leyes, reglamentos y convenciones, de tal manera que persiste una remuneración que no satisface siquiera la adquisición de la cesta básica. Continúa estando a la cola de la sociedad con ingresos muy lejos de los internacionales que no permiten la sobrevivencia y ubican a las personas y familias enteras en una condición inaceptable.

Las acciones del régimen han convertido al venezolano en un nuevo hombre, miserable, humillado y sometido al gran propósito de crear la “cubiche patria grande”. Esta patria se desenvuelve en un entorno económico de crisis, echándole la culpa a supuestas restricciones estadounidenses; venden la ilusión de recuperación económica, se articulan con los dirigentes de una supuesta oposición y con empresarios oportunistas que en nombre de la paz y de la publicitada reactivación les siguen el juego a las estrategias oficiales, ignorando las violaciones gremiales y los sueldos de hambre. Se hacen cómplices o se dejan chantajear, y el pueblo entiende que se volvieron parte de la corrupción.

Dentro de esa perspectiva, el régimen continúa vendiendo la ilusión de la reactivación económica basado en directrices chinas, rusas e iraníes. Toman partido a favor de ellos en la controversia contra Occidente, dan apoyo estratégico para facilitar la explotación de los recursos naturales, sirven de cabeza de playa en un ejercicio de pérdida de soberanía. Como parte de esa estrategia se acercan con disimulo al imperio para negociar con las empresas petroleras americanas bajo el señuelo de procurar los recursos para incrementar la producción petrolera y hacer creer que esta relación potenciará la economía del país. Despliegan un engañoso acercamiento diplomático, que acompañado de la simulación de una economía dolarizada quieren dar la impresión de recuperación económica y acercamiento a nuevos esquemas socioeconómicos con la vista puesta en la fantasía de unas elecciones presidenciales sin cambiar las condiciones para su ejecución y, obviamente, secularizarse en el poder.

Las acciones de orden monetario, apoyadas en amplia publicidad, acuñan la frase «se acabó la hiperinflación”, adobada con la inundación de dólares del narcoestado, de remesas y liberación de impuestos, de importación de libre arancel, de facilidades para el emprendimiento de sus bolichicos, para invertir en lo que no pueden manejar internacionalmente. Crean centros comerciales, bodegones y facilitan la comercialización de productos importados a más bajo precio que los de la escasa producción nacional y siembran la ilusión de prosperidad, la cual es solo usufrutuada por un porcentaje de venezolanos traidores que no excede de 3% de la población. Se da la apariencia maquillada de pintura y decoración de bulevares, siembra de palmas, construcción de frisos en instituciones educativas y en sitos referenciales de la capital, por supuesto, independientemente de la ausencia de respuesta coherente por la ausencia de energía, agua, trabajo y del hambre, proyectando una visión controlada convertida en matriz de opinión.

El régimen induce a la población a acostumbrarse a lo peor; una vez que dejaron morir a cientos de instituciones, especialmente las educativas; que destruyeron aeropuertos, espantaron a las líneas aéreas y tienen el tupé de hablar de turismo como malabaristas, disimulan la realidad. Ocultan como magos la verdad y la tapan con mentiras, apoyan invasiones, justifican la persecución y retienen sin juicio a los presos políticos, ocultan muertes y el ajusticiamiento, Pregonan sin mojigatería que se “aproxima el bienestar económico”, que se va por buen camino, que el régimen ha cambiado de modelo para aproximarse al chino, es decir, estimular el emprendimiento, y ocultan las intenciones de control político, policial militarista, acompañado con una política salarial embustera. Estimulan la dolarización y dejan que flote especulativamente con gran despliegue pirotécnico, mientras vacían aún más las arcas del país, se endeudan y esconden con gran maestría la gran fortuna nacional que cambió de manos a unos pocos.

Se pregona que todo va mejor, que el empleo se potenciará y que la economía mejorará por arte de magia. Lo que se debe saber es que aparte de secretos acuerdos con la mal llamada oposición, el acercamiento real o no a los americanos y el apoyo ruso-chino no permitirán elaborar otro modelo de gestión basado en el intento de separar la economía de la política, como dicen algunos teóricos ancestrales. La realidad es que se continúa con una economía engañosa, de falso crecimiento relativo a costilla del hambre, salarios bajos y control político que acaba convirtiendo a los venezolanos en personas serviles, llenos de impotencia, afligidos con una postración que se traduce en quiebra moral.

Pero no todo le puede salir bien al régimen, insistentemente la sociedad civil ha hecho llamados al interino para ampliar y profundizar la refundación de un país en manos de un nuevo liderazgo que complete las competencias que le fueron otorgadas; sin embargo, el susodicho solo recogió tales llamados en el discurso y no ha hecho nada, ni hará nada, solo protege a sus asociados; ha cambiado el  interés patrio y el honor por otra condición al hacerse cómplice de las acciones del régimen, que ha tenido la habilidad de convertirlos en colaboradores y protectores de sus propios intereses, a jugar en una fantasiosa salida electoral de corto  plazo sin condiciones objetivas facilitando al régimen permanecer el poder apoyados por una fuerza entera represiva y militarista.

Nuestra sociedad, especialmente la juventud, jamás ha sido servil, con orgullo debe entender que este estado de cosas no puede continuar, por ello están obligados a convertir a la sociedad civil en verdaderos representantes de la patria, a rescatar a un pueblo que ha sido hipnotizado por la magia fantasiosa desplegada por el régimen, que lo ha dominado, esclavizado a sus designios y ha establecido conductas antidemocráticas sin remilgos al restringir las libertades y provocar la pérdida de la democracia. No se puede acompañar un modelo económico tal como ha sido diseñado separando la economía y la política condicionada a que al venezolano se arrodille.

Un nuevo liderazgo debe tomar los elementos objetivos de cambio en sus manos, debe apartar de una vez por todas a una vergonzosa oposición, apoyados en un sector educativo irreductible, somos millones de personas y no nos dejaremos gobernar por una minoría a pesar de sus estrategias. Tenemos la fuerza, la intención y los motivos para el cambio, solo falta la sinergia de un verdadero liderazgo.