jueves, 29 de junio de 2023

LA COORDINACION ESTRATEGICA DE LA UCV

 

LA COORDINACIÓN ESTRATEGICA DE LAS ELECIONES DE LA UCV

Prof. Dr. Titular, Genaro Mosquera

En política electoral la coordinación es vital, al combinar los intereses de grupo para obtener resultados a los objetivos de una política de gobernanza es una mezcla de intereses comunes y divergentes que beneficien la estrategia electoral de uno  o varios candidatos en una elección uninominal frente a los objetivos de variados grupos que representan intereses divergentes al menos emocionales o ideológicos. La teoría de juegos nos proporciona una buena opción para construir escenarios especialmente cuando se trata de una segunda vuelta a decidir puestos uninominales  con intereses comunes como es el caso de la elección de las autoridades de la UCV.

El voto estratégico tiene sus bases conceptuales en lo que Gary Cox[1] llama  la reducción de variados grupos e intereses a solo dos posibilidades, y en ese caso entra en juego  la Formulación de Duverger (1954) cuyos esquemas están presentes en los sistemas de mayoría relativa de una segunda vuelta, reduciendo o transformando los votos que no metieron a sus candidatos en la primera vuelta y se ven obligados a anotarse en el boletaje con los dos finalistas en el puesto a competir; es decir, se reducen las intenciones del votante al bipartidismo, es decir, a uno u otro obligatoriamente lo cual está condicionado a la repartición proporcional del voto de acuerdo a los estratos que compitieron en las elecciones; conceptualmente la estrategia electoral se centra  en la lógica formal donde los procesos actúan en función de las autenticas preferencias sujetas a ciertos incentivos estratégicos tal y como lo afirma Gibbard.Satterthwaite en 1986[2],

Las bases estratégicas para lograr resultados favorables en la controversia debe hacer abstracción de la manipulación que intente influir en los resultados, por ejemplo, en pleno proceso la re participación de chuletas o papeles a transcribir en las boletas lo cual crea confusiones a las intenciones preliminares del votante, o las acusaciones de ser un esquirol del gobierno, también en los procesos de conteo manual o de actas que se profundizan en los conteos electrónicos los cuales actúan como caja negra al leer digitalmente boletas de votación apoyados en sistemas electrónicos prefabricados. Es de especial relevancia la vigilancia de los mismos puesto que para este proceso los sistemas no se han podido consultar en tiempo real sino diferidos ofreciendo confusión en los accesos a los sistemas, los reportes frecuentes de errores y enmiendas, reclamos de no incorporación de testigos, retardos procesales, etc. La ausencia de testigos fue evidente igual que de facilidades o, factores que no necesariamente son accidentales y que ponen en duda los resultados ofrecidos, especialmente si es posible cambiar el sistema electoral sobre la marcha por incompetencia de la Comisión Electoral, o  incluso de su competencia para favorecer cierta tendencia.

Tomaremos todas estas referencias sobre la teoría estratégica electoral para examinar los detalles de las elecciones universitarias de la UCV terminada la segunda vuelta, donde variedad de grupos presentaron seis candidaturas a la cuarteta rectoral y variados candidatos a Decanos y representantes a Consejo Universitarios y de Consejos de Facultades, a dicha elección los votantes concurrieron en gran número. Según uno de los tantos y confusos boletines tomaremos el último que revela que para rector votaron 3.728 profesores de once facultades, 7049 estudiantes, 2267 empleados administrativos, 924 obreros y 10.839 egresados.

Sobre estos votos se ajustaron factores de participación en el mismo orden de, 1 voto válido por profesor, 0,1322  de estudiantes, 0,16748 de empleados, 0,40346 de obreros y 0.01720 de egresados. La resultante de dicha ponderación permitió una corrección y resultados netos que revelaron un total de votos validos de 5592 donde el candidato V. Rago obtuvo 1769 votos validos y H. Rojas 2313 votos validos. Es decir, los dos candidatos para rectorado alcanzaron 32% y 41% respectivamente que por reglamento no alcanzaron el 50% y en consecuencia irán a una segunda vuelta.

Igual razonamientos se cumplió para el resto de autoridades, es decir, vicerrector académic, administrativo y secretario, en los siguientes datos: A Boada, 30%  F Garcés 25%. En el caso del vicerrectorado administrativo Y Chaudari un 19% y N Chitty 32% y por último la secretaria, C Aristimuño 33% y V Nuñez 17%

Como se ve la proliferación de candidatos determinaron una nueva contienda en segunda vuelta entre dos grupos uninominales y los grupos eliminados deben de manera natural reagruparse en dos alternativas, Es decir el bipartidismo de la Ley de Deuverger.

Ahora bien, frente a esta circunstancia donde subjetivamente se juega por la eliminación de los representantes de la corriente del régimen venezolano que ostensiblemente fue relativamente eliminado, de candidatos de las actuales autoridades que tienen su interés en sus candidatos salgan en puestos ganadores para defender su administración ante las nuevas autoridades ostensiblemente de oposición, la población que debe decidir ahora por candidatos que no fueron suyos seguirán un esquema divisional típico de la teoría de los juegos, es decir, cada votante tendrá una posibilidad de irse con el ganador o no, lo cual es sinónimo de asignar a priori una probabilidad condicionada para intentar cambiar la correlación de fuerzas,

En el caso particular de este evento elección 2023, se podrán construir escenarios asignando esas probabilidades bajo el principio fundamental, que el votante psicológicamente no desea perder su voto y anotarse con el que sacó mayor número de votos y el que ganó todos los puestos en primera vuelta, pero en este caso, como el porcentaje no excedió del 41% y el segundo está en el umbral del 32% las población votante dudará y pondrá por delante sus preferencias ideológicas, personales o de su sentimiento subjetivo. Los candidatos derrotados entrarán en el proceso de negociación para hacer valer el peso de su decisión que es de un tercio de los votos que deciden a donde van en un típico juego de bipartidismo.

Es escenario planteado fija entonces las reglas del juego, el oficialismo precedente del cuerpo directivo de la UCV tiene un 11% no contralado por tanto su importancia es relativa y de poco poder negociador para ambas partes, sin embargo, probablemente privarán los intereses de la facultad que representen y al manos un veinte por ciento de ellos votará a favor de uno o de otro. Sin embargo la llave del asunto lo puede tener el representante de la Facultad de Ingeniería y de Medicina donde el primero asume la representación de un 12% cuyos votos podrán cambiar los resultados y tendrá entonces el poder negociador para con gobernar con un candidato afín que adversará al de su propia facultad de ciencias Igual podrá ocurrir con el candidato de Medicina, cuyos votos se dividirán. Obviamente no solo habló de profesores sino de los estudiantes y demás votantes. Estas dos acciones, es decir, quien capture al menos la mitad de los votos de los electores que no ganaron decidirán finalmente los ganadores, Si los estimadores estimados funcionan para el lado de V Rajo este ganará por pocos votos, en caso contrario perderá por una proporción superior al 5%.

Esto es solo un ejercicio de teoría de juegos, una especulación cuya verosimilitud está en función de si las probabilidades de asignación de votos de unos candidatos a otros, dependiendo de ese factor, estamos en presencia de un evento aleatorio donde cualquiera de los dos contendores puede ganar, incluso pueden mezclares unipersonalmente los candidatos a cargos de la cuarteta ucevista.  En resumen, el voto estratégico independientemente de la eficacia del sistema electoral y de los errores cometidos en el conteo puede hacer cambiar el escenario, incluso factores externos con mucho interés en la política universitaria pueden también estar moviendo su tablero en un ambiente de incertidumbre.

Afortunadamente, los que triunfen en este evento tan significativo son garantía de cambio y de reinstitucionalización de la universidad frente a la coyuntura y el marco político adverso nacional y con sus acciones críticas, conocimiento académico y postura política responsable contribuirán con el cambio de modelo político venezolano dentro del marco de una verdadera autonomía universitaria donde la primera prioridad es la contribución de su personal de docencia e investigacion con el decoro necesario que debe tener su vocación de servicio.