TRANSFORMACION UNIVERSITARIA
La generación de reformas universitarias a finales del siglo XX se
caracterizó fundamentalmente por cambios en los modelos de financiamiento, en
la exigencia de la búsqueda de eficiencia a través de la implantación de
sistemas evaluativos y de atención a las presiones por relaciones más estrechas
con el sector productivo. Agencias internacionales como la UNESCO y el Banco
Mundial tuvieron un papel importante en la introducción en el discurso para la
agenda de transformación, con los diferentes matices que la caracterizan, en
este sentido, sistemas nacionales de evaluación y/o acreditación fueron
implementados a nivel general en América Latina, así como el estímulo
para el crecimiento del nivel de postgrado y el desarrollo de proyectos
estratégicos de ciencia y tecnología en algunos de los países de la Región.
Vale la pena
destacar que el fenómeno de la globalización, y los nuevos paradigmas
como sociedad de la información, sociedad del conocimiento, y su complejidad, entre otros, imponen en
la educación superior nuevas formas y nuevos retos, en los que se comienzan
a gestar nuevas modalidades de universidad, entre ellas la universidad
virtual y la universidad corporativa (empresarial), que competirían con el
modelo tradicional - al que en consecuencia, se le exige que se transforme-;
sin dejar de resaltar también, que comienza a surgir un mercado educativo de
carreras y programas de educación a distancia que pondrá en apuros a los
propios sistemas nacionales de educación superior de los países menos
avanzados.
Estos nuevos
fenómenos de cambio que están irrumpiendo con fuerza en el siglo XXI tienen que
ver por un lado con las exigencias de la globalización económica, la exigencia
de calidad, pertinencia, competitividad y ampliación en el acceso, mientras que
otros aspectos, tienen que ver con los requerimientos de la globalización
educativa y, por lo tanto, de la internacionalización como forma activa de
responder a la globalización de la sociedad del conocimiento. La modernización
del sistema de educación superior es fundamental, para abrir nuevos espacios de
competitividad y pertinencia social de la universidad, se precisa lograr
transformaciones en los sistemas de educación superior frente a los retos que
impone la nueva sociedad.
El modelo
tradicional de universidad no resiste a las exigencias de las nuevas
realidades, requiriéndose una reconfiguración conceptual de su actuación y
nuevas prácticas que permitan a las Instituciones de Educación Superior
vincularse a su entorno. En este sentido, se deben arbitrar mecanismos que
permitan lograr mayor calidad, eficiencia y pertinencia social; para ello, es
necesario adoptar una cultura emprendedora e innovadora que explore las
oportunidades de producir cambios, todo ello sujeto a un plan derivado de un
Estudio producto de una investigación formal de la realidad universitaria en
particular, sin dejar de lado la perspectiva del entorno global educativo, el
desarrollo del país para el caso de Venezuela, y su vinculación internacional.
Esta propuesta de
proyecto preliminar pretende llevar a cabo
una investigación exhaustiva, compleja, pero realista, un análisis sobre
las múltiples propuestas que en materia de reforma universitaria se han
generado en Venezuela y en general en América Latina como marco de referencia
para establecer los principales aspectos que interactúan en el tema de una reforma
universitaria, identificando los principales elementos de cambio para la
educación superior, que precisarán la configuración de una metodología para
llevar a cabo la trasformación universitaria,
A través del
análisis de las diferentes corrientes del pensamiento sobre la educación en
general, y consecuencialmente la revisión de los problemas de la educación
superior se identifica el impacto de los nodos convertidos en los principales
obstáculos para la transformación y modernización universitaria. A través de la
experiencia en la dinámica universitaria, se propone una propuesta
preliminar para darle forma a un proyecto definitivo financiado por organismos
nacionales e internacionales destinados a la construcción epistemológica que
facilite la definición de las líneas estratégicas para la formulación
científica de un Modelo de Universidad que persiga el cambio de la
educación superior.
La sociedad debería poder contar con un sistema
universitario encargado no solo de generar y transmitir conocimientos, sino que
sea capaz de tomar conciencia de la transición, analizar sus implicaciones y encontrar
la fuerza para su autotransformación. De otra manera, el sistema educativo
se convertirá en un freno al despliegue del potencial de modernización de
nuestras sociedades incluso dentro de un cambio de modelo político. Si no se da
el cambio hoy, mañana todavía se estarán egresando profesionales desligados y
desactualizados a las nuevas realidades.
La necesidad de lograr
la excelencia se presenta como el reto más importante que deben enfrentar los
sistemas educativos ante el surgimiento de la Sociedad del Conocimiento, como
uno de los paradigmas que caracteriza al Siglo XXI. Los desafíos que deben revolver
los sistemas de educación, especialmente los de nivel superior, ante el
dinámico proceso de cambios que plantea la globalización, la sociedad de la
información y la sociedad del conocimiento, los cuales han provocado la
concientización de realizar revisiones fundamentales en la actuación de las
universidades, principalmente para lograr “una Transformación
Universitaria”.
Esta dinámica de
cambios, nuevas exigencias y demandas se depositan en los sistemas
universitarios, imponiendo una nueva generación de reformas que producen un
«papel clave tanto en la generación y movilización de conocimientos como en la
formación de sujetos con capacidades de desempeño creativo con el nuevo
entorno».
Las reformas en la
universidad, exigidas y demandadas por el nuevo orden mundial y la
globalización económica a través de los organismos multilaterales y los Estados
nacionales, se basan principalmente en una serie de medidas que, a tenor de los
reformistas, modernizarán y adecuarán el sistema universitario a los
requerimientos del siglo que recién comienza.[1]
Es
imprescindible la revisión de los procesos académicos, financieros,
administrativos y de pertinencia social acompañados de una evaluación de la
calidad, y sobremanera, de las necesidades del país. La universidad debe
cumplir con las expectativas de la sociedad en la cual se inserta, en función
de sus demandas de formación de recursos humanos de alto nivel en áreas
prioritarias para el progreso nacional, de los avances de la ciencia y la
tecnología para la inserción del país en forma competitiva en la sociedad
internacional y del acercamiento universidad-comunidad mediante el
reforzamiento de programas de extensión y otros similares.
Otro
de los aspectos que es importante destacar en el contexto de las reformas de la
educación superior en América Latina, tienen que ver con la cooperación
internacional, la cual estuvo fuertemente influenciada en la misma década de
los 90´, por los programas de ALFA (América Latina Formación Académica) y el
COLUMBUS (Colaboración en Gestión Universitaria entre Universidades y
Académicos). Aprobado en 1994, el ALFA financiado por la Unión Europea. Su
principal objetivo fue la cooperación a través de la integración de
instituciones de educación superior europeas y latinoamericanas. El núcleo
central en la segunda etapa fue la movilidad de estudiantes (de doctorado,
maestría y especialización), así como estadías cortas para investigadores. Por
su parte, el plan COLUMBUS creado en 1987 con el apoyo del Consejo de Rectores
Europeos agrupaba para el 2004 a 80 instituciones, 50 de América Latina. En
noviembre de 2000, el acuerdo “Té Turín Actino Plan foro euro-Latín American
Universito Cooperación”, fue firmado por 130 rectores de 32 países, pero su
ejecución ha sido limitada por la dinámica económica.
Frente a estos antecedentes, en
mayor o menor medida “se deben elaborar estrategias de revisión integral que
resulten justas, equilibradas, realistas y pertinentes acordes con los avances
del mundo, así como también con los requerimientos de la sociedad, buscando
canales de interrelación y a la vez, relegitimando su papel como generadora de
conocimientos y motor de cambios de la sociedad”.
Se hace necesario la
redefinición entre Universidad-Estado-Sociedad, con objeto de establecer una
reconfiguración de su actuación; en este sentido, deben definirse “...nuevos
objetivos para la educación superior en el contexto de la competitividad y las demandas
sociales a través de un nuevo marco legal que permita la democratización
del acceso a la educación superior como concepto sustantivo de la justicia
social y el derecho a la educación constitucionalmente establecido”. Asimismo,
establecer una evaluación curricular y de sus procesos en el marco del
mejoramiento de métodos de enseñanza y utilización de las actuales tecnologías
de información y comunicación.
Según la visión de la UNESCO, “la Educación
Superior debe buscar a corto plazo mayor pertinencia, mejor calidad y más
globalización. Pertinencia para hacer más democrático el acceso, más
vinculación con el mundo del trabajo, mayor responsabilidad hacia todo el
sistema educativo y real solidaridad con la comunidad. Calidad en las
responsabilidades, en el contexto ético, en la competitividad y en la
evaluación institucional, permanente, continua y objetiva”. La globalización
debe orientar las universidades hacia la internacionalización de los objetivos
nacionales. Los retos están orientados hacia una democratización, sin
corrupción, globalización, sin marginación de los estados pequeños,
regionalización, sin predominio de los oligopolios.
La Universidad
venezolana ha sido siempre un factor importante en la lucha por transformar el
actual modelo de conducción del país, y tal como lo expresó el rector de la
UCV, Dr. Simón Muñoz[2] “la comunidad ha
adquirido poca conciencia de las numerosas influencias negativas que este
modelo universitario que ha limitado el funcionamiento del propio sector
universitario y obliga a la necesidad de corregirlas y erradicarlas para poder
cumplir su misión fundamental”.
En este orden, Peñalver
(s/f)[3] –ha realizado un
recuento de cómo se viene pensando la universidad, “no intenta agotar las
colaboraciones disponibles, y debe acercarnos a investigadores e instituciones,
colocarnos en el sitial de honor para escudriñar qué se hace sobre la
universidad, desde dónde se piensa, cómo se piensa y para qué se piensa.” La
visión “incluye las autorías, los nombres de sus proyectos y las distintas
dimensiones, es decir, con visión Prospectiva en los modelos de producción de
conocimientos[4]; antropología concreta
en la pedagogía y reforma del pensamiento; la universidad de la excelencia” [5]
Los anteriores
planteamientos sugieren encontrar puntos de coincidencia y reflexión sobre la
necesidad de cambios en la universidad generando el debate que permitirá
repensar la idea de universidad reflejando las transformaciones que sugiere
esta época de postmodernidad, haciendo énfasis en el abordaje de la realidad.
En atención a ofrecer
un análisis sobre las múltiples propuestas que en materia de reforma
universitaria se han generado en Venezuela y en general en América Latina, es
necesario establecer cuáles son los principales aspectos que interactúan en el
tema de reforma universitaria, al detectarse una búsqueda sistemática de los
caracteres, antecedentes y factores que interactúan como variables de análisis[6]. En este sentido, se requiere analizar los principales mecanismos que
propicien el proceso de transformación universitaria; así como los elementos
que permitan configurar una metodología para llevar a cabo el cambio,
especialmente, en los aspectos relativos a la gerencia universitaria En el sentido de
satisfacer esta inquietud investigativa, es necesario ordenar los aspectos
básicos e implícitos en el tema de reforma y transformación universitaria;
llevar a cabo un análisis, con la utilización de
recursos conceptuales y técnicos que ofrece la Ciencia y establecer las
principales características, mecanismos y elementos que impulsen los procesos
de reforma y transformación universitaria.
A los fines de instrumentar el desarrollo del proyecto, se propone un
análisis de las diferentes corrientes del pensamiento sobre la educación en
general y consecuencialmente la revisión de los problemas de la educación
superior, el impacto de una serie de nodos que impactan como los principales
obstáculos para la transformación y modernización universitaria. Como resultado
del análisis en cuestión es importante formular propuestas operativas
destinadas no solo a la construcción epistemológica que faciliten la definición
de las líneas estratégicas sino también de formular un nuevo modelo
universitario.
La justificación de este proyecto a objeto de fijar e informar
claramente el tema universitario en Venezuela requiere un breve recuento del
itinerario de la universidad en Venezuela en una línea de tiempo referencial
que oriente la comprensión de una realidad vivida que permite una propuesta de
cambio como se propone en este ante proyecto preliminar.
Para ir concretando, los elementos o nodos que restringen el
funcionamiento de las universidades autónomas y experimentales, es necesario
fijar algunos elementos fundamentales para orientar los indicadores necesarios
a ser investigados y de esta manera presentar una propuesta consistente con el
objetivo de transformar la universidad venezolana e ir a un mecanismo innovador
del cambio universitarios, en consecuencia, se fijan los marcos de referencia
con mira a analizar la perspectiva del futuro universitario y de esta manera presentar
una justificación necesaria a desarrollar con un gran equipo de investigadores
con que todavía se cuenta en el país.
Estado Sociedad y Educación.
El poder público
(nacional, estadal y municipal) debe ser garante de la cobertura, calidad,
eficiencia y equidad del servicio educativo. Pero no puede ni debe monopolizar
la planificación, la gestión, ni la evaluación de la educación. Se debe
estimular la participación en todas las fases del proceso de cada vez más
numerosos actores sociales, y el deber de estos nuevos actores no es sólo
formular demandas, sino también el de hacer aportes en la construcción de una
mejor educación como marco de referencia para un cambio. La necesidad de
combinar continuidad y cambios se hace mucho más evidente cuando se trata de
procesos que, como el educativo, genera efectos que se verifican en el mediano
y en el largo plazo. Por ello, si bien es cierto que la situación educativa en
general presenta un perfil preocupante y enfrenta problemas muy agudos.
Se deriva del planteamiento anterior, la necesidad transformar con un
cambio de modelo la economía y consecuencialmente el mercado de trabajo dentro
de un ambiente de productividad y competitividad, lo cual requiere personas
mejor capacitadas y con mejor educación y por supuesto, estrategias educativas
orientadas a la incorporación de los excluidos de los sistemas laborales y
educativos a los sectores productivos. La mayoría de los jóvenes
venezolanos pareciera desconocer el valor de la educación, ya que ignoran que
es el elemento esencial para su cambio de nivel social; es más, no la considera
indispensable para obtener los elementos adecuados para una vida adulta
satisfactoria dentro de la sociedad.
.
El cambio político en la educación
El Sistema educativo venezolano adquiere entonces un gran desafío en
lo que se refiere a una revisión integral mediante acciones enmarcadas en una
alta complejidad y por lo tanto para solucionarlo se requiere de cambios
profundos: políticos, económicos y sociales enfocando el problema dentro de una
visión de totalidad, sistémica-globalizadora, integradora, donde todos los
elementos del sistema educativo sin descalificación o exclusión de ninguno de
ellos, sean considerados para la elaboración de paradigmas y proyectos de
acción a mediano y largo alcance, integrales, flexibles, actualizados,
definitivamente comprometidos con el cambio permanente y puestos al servicio de
una sociedad democrática, solidaria, justa productiva, centrada en el
desarrollo autosustentable y armonioso.
La transformación
de la educación para atender estos problemas requiere una serie de programas
y actuaciones concretas que permitan incorporar a esa población de excluidos al
sistema productivo, mejorar la calidad escolar y modernizar los procesos
educativos. Ello requiere obviamente la transformación legal del caso en
materia de Educación, la cual debe ser concebida dentro de unos objetivos que
permita no solo la transformación de la educación a una de calidad y que amplíe
el espectro de inserción en el sistema de la población venezolana, sino que
además, permita regular la educación como proceso integral y permanente que
afecta la persona humana y que imparte el Estado venezolano a través del
Ejecutivo Nacional, de los Estados y Municipios, sus órganos descentralizados y
los particulares.
Estrategias educativas
Dentro de este contexto, el proyecto educativo de transformación de la
educación venezolana requiere estrategias de cambio para la educación en
Venezuela mediante una visión diferente de carácter paradigmático contentivo de
un nuevo conjunto de reglas que es esencia de la contemporaneidad, tales como
lo son la apertura, la flexibilidad y la
innovación a través de una sociedad educadora integrada, que logre que su
ciudadanos hagan del aprendizaje una manera de vida, con espacios educativos
que garanticen el aprendizaje continuo y permanente dentro de una dimensión de
cambio que cubra
El concepto de: “Educación para Todos”, manejado por las Naciones Unidas,
considera a la educación como un derecho humano esencial, una fuerza en pro del
cambio social y el elemento más importante en la lucha contra la pobreza. La CEPAL, junto con la
Oficina Regional de Educación de la UNESCO, reconocen a la educación y al
conocimiento como “el eje de la transformación productiva con equidad para los
pueblos”; consideran que la incorporación y la difusión del progreso científico
y técnico desarrollado en el ámbito mundial, a los países en vía de desarrollo,
es el factor fundamental para que se incorporen con éxito en la economía
mundial a través de una competitividad auténtica.
El concepto de
transformación productiva con equidad supone una efectiva integración y
cohesión social de los pueblos, la cual permitiría aprovechar sus capacidades y
ventajas competitivas en función de una verdadera inserción en los mercados
internacionales, lo que podría redundar en un aumento creciente del nivel de
vida de los ciudadanos; se trata de transformar la competitividad en una
competitividad “auténtica”. La educación y el conocimiento pasan a ser
elementos fundamentales de la transformación económico social de los pueblos y
adquieren un valor esencial para el reconocimiento y la fortaleza de los países
que detecten ese poder.
Transformación en la
calidad
La
transformación de la educación para atender los problemas educativos, y
obviamente la universitaria requieren de una serie de programas y actuaciones
concretas que permitan incorporar a esa población de excluidos al sistema
productivo, mejorar la calidad académica y modernizar los procesos educativos.
Ello requiere obviamente la transformación legal del caso. En consecuencia, el
Proyecto de Ley Orgánica de Educación debe ser concebida dentro de unos
objetivos que permita no solo la transformación de la educación a una de
calidad y que amplié el espectro de inserción en el sistema de la población
venezolana, sino que, además, permita regular la educación como proceso
integral y permanente que afecta la persona humana y que al mismo tiempo genere
una Ley especial de Educación Universitaria que norme las actividades
universitarias.
La
educación deberá continuar proporcionando al sistema social y económico los
recursos humanos necesarios para mantener el sistema y las propias competencias internas para su
necesaria cohesión, sin embargo se requiere un proceso de cambio en el sentido
que la enseñanza deberá utilizar todos los procedimientos necesarios para
lograr una educación avanzada de
calidad y permita lograr la conectividad de los campos científicos a través de la
interdisciplina y la multidisciplinar, mediante una nueva concepción de la
educación la cual debe jugar un nuevo papel dentro de conceptos de
actualización, perfeccionamiento profesional y de educación permanente.
La demanda social de educación para suplir
nuevos requerimientos profesionales, superar las limitaciones presupuestarias y
atender las cambiantes necesidades del mercado laboral es un reto es
considerable debido al inmenso progreso de la ciencia, del uso de nuevas
tecnologías para la enseñanza y del veloz desarrollo de las técnicas de la
informática y las telecomunicaciones.
Organización
Probablemente el mayor desafío en el país que
incide directamente sobre la educación se refiere a la necesidad de adaptación
al cambio que se produce en la sociedad en general y en particular sobre la
economía, y la tecnología. Las consecuencias de todo esto determinan que la
educación procure un cambio institucional y de las políticas de formación de
los factores humanos. La búsqueda de estrategias se debe centrar en la creación
de estructuras más simples y flexibles con una visión más amplia de carácter académico,
científico y profesional combinado sus propias demandas con las pertinencias
sociales y de los requerimientos del sector productivo dentro de los principios de libertad académica y normas
oficiales flexibles.
Para atender debidamente las necesidades de
desarrollo de los recursos humanos, la educación tiene que adaptar sin mayores
trabas burocráticas sus programas de estudio, cerrar muchos y abrir
probablemente muchos más. El impactante desarrollo de los conocimientos induce
a ampliar los programas académicos, en consecuencia, se impone una evaluación y
jerarquización de las profesiones actuales, investigar las necesidades de
formación, la creación de bancos de datos y la acreditación de programas
universitarios. Un buen esfuerzo en las estrategias sugiere una investigación
que permitan la planeación al mediano y corto plazo. Así mismo, el diseño de
programas continuos de reciclaje, acreditación por experiencia,
profesionalización y especialización en servicio.
Modelo de Investigación
Tomando en consideración los elementos
anteriores se requiere el desarrollo de un Modelo de Investigación como
fundamento general de transformación que señale las orientaciones generales
para ser instrumentadas en la educación superior, e incluso puedan tener valor
de la generalidad como modelo original para ser aplicado a una institución en
particular a objeto de coadyuvar a la transformación universitaria.
La posibilidad de renovar el aprendizaje y la
enseñanza dependerá en buen grado de las técnicas de transmisión del
conocimiento. Se abren nuevas vías, en efecto, se requiere la aplicación de
nuevos procesos de aprendizaje y de acreditación utilizando todos los medios de
la electrónica, la informática y de nuevas aplicaciones formación y
universidades en centros industriales. El futuro está
allí, la asociación estratégica de las instituciones educativas con el sector
privado marcará la pauta en los próximos nuevos tiempos.
Estos planteamientos doctrinarios permiten la
fijación de nuevos objetivos entre los cuales están:
·
Promover la pertinencia
social de la educación universitaria
o
Reforma legal orientada a la libertad académica.
o
Flexibilidad curricular.
o
Actualización tecnológica
o
Autoaprendizaje y el uso de nuevas tecnologías.
·
Promover una educación
para la competitividad
o Modernización de las técnicas de trasmisión del conocimiento.
o Desarrollo de técnicas de aprendizaje para reconvertir a las personas en
emprendedores eficientes.
·
Promover las
innovaciones y transferencias tecnológicas
o Favorecer el uso de herramientas técnicas y computacionales.
o Estimular la investigación tecnológica y la creación de nuevas
herramientas de aplicaciones técnicas que faciliten el trabajo empresarial.
·
Llevar a cabo los estudios de necesidades de formación del
capital humano:
El acercamiento educación-comunidad es
imprescindible mediante el reforzamiento de los programas de extensión
cultural, deportiva, de asistencia técnica a las comunidades y el desarrollo de
una política de Servicio Civil que conlleve a docentes y estudiantes a campañas
de interés social y muy especialmente dirigida al rescate de una segmento muy
grande de la población la cual está fuera de la educación formal y que requiere
de formación en servicio para crear capacidad laboral y de emprendedores. Este
enfoque reafirma la autonomía, la descentralización y el concepto de libertad
en ella implícito al señalar que la inspección y vigilancia ha de ejercerse en
respeto a la Constitución. Estimular la Alianzas Estratégicas y Potenciación de
los acuerdos Educación,
Obstáculos
El mundo contemporáneo
es objeto de rápidos cambios en todos los niveles económicos, tecnológicos,
científicos, políticos y hasta filosóficos; frente a estos cambios la sociedad
debe encarar nuevos desafíos, por lo cual se le exige una mayor capacidad de
adaptación y por ende un trabajo permanente de innovación que le permita
alcanzar el nuevo ritmo de la realidad. Esta
responsabilidad debe ser manejada indiscutiblemente por todos los sectores
involucrados en el devenir nacional, inclusive con el invalorable apoyo de los
organismos internacionales que permanentemente ofrecen asistencia múltiple a
los diferentes países sumidos en el subdesarrollo. Sólo de esta manera se
podría tratar de enfrentar los retos que plantea sistemáticamente y con gran
dramatismo la población venezolana.
El concepto de
globalización, en el cual está inmerso nuestro país, no se limita al aspecto
puramente económico, en realidad, es un proceso multidimensional que comprende
aspectos vinculados a la economía, las finanzas, la ciencia y la tecnología,
las comunicaciones, la educación, la cultura, la política, entre otras. Es el
resultado de la creciente interacción e interdependencia que se generan entre
las distintas unidades constitutivas del llamado “sistema global”. Abarca las
actividades y sus efectos de países, regiones, empresas transnacionales,
organismos internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, grupos de
presión y movimientos sociales.
Al considerar las bases
para resolver los nudos que obstaculizan la transformación universitaria,
se debe considerar que la universidad constituye una comunidad de personas y
saberes en búsqueda permanente de la verdad, para la lograr la pluralidad
ideológica y la diversidad de tareas de los distintos participantes, en unidad
de sentido y de fin, ordenando los intereses estamentales de la institución a
su carácter académico. Diversos análisis y planteamientos fundamentales
coinciden en los siguientes elementos:
Financieros
El problema del financiamiento universitario
continúa siendo un instrumento de carácter político en el marco de las
decisiones gubernamentales frente al concepto de inversión nacional a largo
plazo. El Estado es responsable de asumir la principal responsabilidad de
financiamiento de las instituciones universitarias para cumplir con el mandato
constitucional complementado con una política de financiamiento y el
establecimiento de políticas universitarias complementarias de financiamiento
propio en cooperación con los sectores productivos.
Es necesario diseñar una estrategia política
destinada a eliminar la práctica reiterada del gobierno nacional de aprobar los
recursos económicos condicionados a restricciones importantes tales como:
tramitar presupuestos insuficientes, manipular las asignaciones regulares y
entregar los recursos en función de intereses particulares, causando perjuicios
a las operaciones universitarias.
Históricamente el presupuesto requerido por las
universidades se aproxima a una cifra equivalente a un seis por ciento (6%) del
presupuesto nacional. Tradicionalmente
hubo una política definida e incluso de varios periodos presidenciales a través
del Ejecutivo Nacional consistente en aprobar presupuestos insuficientes o no
equilibrados que limita la actuación operacional de las universidades y se
producen tensiones universitarias y sociales indeseables.
Venezuela cumple este año tres siglos de
trayectoria universitaria, en ese tiempo los diferentes gobiernos han manejado
el financiamiento como una válvula de control de la gestión universitaria para
obligarla a seguir líneas de política oficial y evitar las confrontaciones y
críticas a los gobiernos de turno. Aún así, desde su liberación autonómica en
1958 el presupuesto universitario dio para todo, movimientos socialistas se
enquistaron en facultades, crecieron y fueron financiados por el presupuesto
hasta el punto que sin lugar a dudas la universidad creo un “ministerio
particular” a las fuerzas de la izquierda quienes lograron penetrar la
burocracia universitaria y muchas autoridades fueron de esa tendencia, rectores
de esas agrupaciones fueron críticos y opositores formidables contra el
gobierno democrático. Con el cambio de gobierno de 1999 muchos de ellos fueron
a formar parte del gobierno de Chávez Frías y profundizaron la política de
restricción universitaria.
La asfixia presupuestaria
se estableció oficialmente en 2005 cuando el gobierno de Chávez decretó que ya
no concertaría el presupuesto con las universidades, como se venía haciendo fue
sustituida por estrategias de apoderamiento económico, administrativo y
académico de las universidades.
Los primeros recortes
comenzaron en 2008, cuando el entonces Ministerio del Poder Popular para la
Educación Superior aplicó la conocida reconducción presupuestaria que es más
que aplicar el presupuesto precedente sin tomar en cuenta su natural
crecimiento como consecuencia de la hiperinflación indetenible. La asfixia se
mantiene hasta la actualidad: para el año 2021, se ha asignando menos del
presupuesto que solicitaron cuyos fondos se reciben incompletos y con retrasos
considerables con los efectos operativos que ello implica, solo como ejemplo
para el año 2021: a la Universidad Central de Venezuela le aprobaron este año
solo el 2,27% del presupuesto requerido y a la Universidad Simón Bolívar apenas
el 0,4% de lo pedido, entre otros casos.
Los recursos adicionales
asignados después de muchos ruegos y concesiones han sido centralizados por el
ministerio para administrarlos a su saber y entender, sin regulación alguna y
violando la autonomía administrativa de las universidades viéndose en la
necesidad de recortar o no atender los gastos de funcionamiento y de
mantenimiento. Entre los años 2003 y 2017 el gobierno asignó por vía de
presupuestos anuales más de 32.916 millones de dólares a las instituciones de
educación superior bajo su control. Hasta la actualidad, 61 centros educativos,
entre universidades e institutos universitarios, son controlados por el
gobierno, sin ningún tipo de autonomía.
Las seis universidades autónomas y las cuatro experimentales que no
controla el gobierno han tenido que cerrar laboratorios, aulas y otros espacios
por la falta de presupuesto para mantenerlos Entre 2014 y 2019 la nómina del
personal docente se redujo 30% en la Universidad Central de Venezuela y más de
60% en la Universidad Simón Bolívar, según estimaciones de sus autoridades. La
más reciente decisión del gobierno contra la autonomía universitaria fue que
las nóminas, desde marzo de 2021, se pagaran a través de la Oficina de
Planificación del Sector Universitario (OPSU), quitándole esta competencia a
las universidades que por ley son las empleadoras.
Es necesario considerar el problema del
personal jubilado y su significativa contribución al presupuesto universitario
mediante un sistema de protección social que prevea las futuras jubilaciones y
pensiones, así como la sustitución de los recursos humanos en el seno de las
universidades, ello conlleva a la modernización de los fondos de pensiones y
jubilaciones y la revisión de las condiciones legales reglamentarias para
alcanzar los beneficios del caso.
La ejecución del gasto universitario articulado
a controles modernos de gestión basados en evaluaciones objetivas debe ser
hechos del conocimiento no solo institucionales sino también del dominio
público. Realizar una reforma y revisión integral del sistema universitario a
objeto de optimizarlo, evitar la duplicación del gasto y tender a racionalizar
el crecimiento y unificación en cada entidad federal. Se impone dentro de este
gran obstáculo una visión pragmática más solida en defensa del financiamiento
universitario, exigir el cumplimiento de las previsiones internacionales de las
partidas presupuestarias, sino incluso prever los gastos operativos y de
mantenimiento en instalaciones que por lo general son grandiosas, incluso
Patrimonio Mundial de la Humanidad como es el caso de la UCV. Ello implica el
uso de nuevas fuentes de financiamiento y de gestión empresarial para la
gestión de las investigaciones, proyectos, centros de salud y deportivas con
criterios empresariales cuyos beneficios sean revertidos al desarrollo de la
investigación y de la propia universidad.
Es necesario destacar,
que la ausencia de un fin lucrativo en las universidades públicas aplicando el
derecho de la educación gratuita no
significa que los particulares no inviertan en educación, y que no consuman su
inversión o patrimonio, por el contrario, la cabal consecución y la
satisfacción de la finalidad asignada a las personas naturales o jurídicas debe
imponer una conducta de conservación, mejora e incremento de los bienes y
rentas, rescatar a largo plazo su inversión, reinvertir en el desarrollo de su
entidad, mejorar y optimizar la educación que imparten amparados por la
licencia concedida por el Estado, y que por supuesto, pueden realizar
actividades lucrativas complementarias tales como las puramente comerciales,
pero es claro, no como primordiales, sino como instrumentales y derivadas, en
función de asegurar la gestión que permita el logro de las finalidades
altruistas de la educación.
La inversión privada
llevada a cabo por particulares es considerable tomando en cuenta que su
infraestructura cubre más del veinticinco por ciento (25%) de la matricula
nacional con indicadores de calidad satisfactorios y con una contribución al
producto nacional importante. Esta actividad, no puede ser obviada, amparada
por el equivocado cliché que elude la discusión inteligente, señalando a los
promotores privados como mercantilistas, en una suerte de usureros o de
oligarcas de la educación.
Hasta ahora, salvo
contadas excepciones, las universidades privadas han sido sometidos a todo tipo
de permisos innecesarios, a presiones por parte del Ministerio de Educación, y
a un régimen absurdo de controles de precios, según el cual los empresarios de
esta actividad tan noble y necesaria, Ninguna empresa en el mundo pudiera
funcionar adecuadamente si fuesen sus clientes quienes tuvieran la última
palabra sobre el precio del bien o servicio que produjera.
Aspectos
Jurídicos Internos
La estructura legal que reglamenta el sistema
universitario está caracterizada por un exceso de normativas estatutarias que
la hace rígida e inflexible, lo cual introduce restricciones importantes para
lograr optimizar las estructuras organizativas, el desarrollo mejoramiento
continuo y permitir la creación de nuevas estructuras y programas. Así mismo
introduce elementos contradictorios en la gerencia universitaria haciéndolos enfrentar en conflictos de intereses con su
base legislativa y de la administración de los procesos de justicia dentro de
la institución.
Es indispensable la promulgación de una Ley de Educación Superior
enmarcada en una Ley Orgánica de Educación, que actualice y armonice las
disposiciones jurídicas requeridas para desarrollar los nuevos principios
constitucionales e incorporar los cambios propuestos.
Se han citado sólo algunos de los temas que
probablemente son los más relevantes para demostrar los problemas de
Gobernabilidad de las instituciones universitarias venezolanas y que por cierto
se reflejan también con mayor fuerza en el resto de las instituciones
universitarias. El conjunto de variables indicadas pone de manifiesto la
necesidad de cambiar las orientaciones de la Gobernabilidad en las
instituciones universitarias y de concebir estructuras autónomas que permitan
enfrentar los retos educacionales del futuro.
Articulación con el sector
productivo
Las relaciones entre la Educación
Superior y el mundo del trabajo han sido limitadas y presentan un gran
obstáculo. Sus relaciones se han hecho cada vez más compleja las Empresas
requieren incorporar cada vez más fuerza laboral experta con programas permanentes de entrenamiento en servicio cada vez más
sofisticados de actualización tecnológica producto de la transformación de sus
estrategias empresariales dentro de un entorno altamente competitivo. Este
efecto conlleva a que los egresados universitarios pierdan rápidamente
actualidad en sus conocimientos. De este planteamiento se deriva la manera
de interactuar en una educación avanzada a través de una alianza empresarial
permanente integrando la misión del desarrollo profesional dentro del marco
universitario para lograr sustituir gradualmente el modelo vigente de
aprendizaje, modernizando las estructuras universitarias que tal forma que se
adapte rápidamente a los cambios y necesidades de la sociedad.
Los gremios
Los gremios docentes, estudiantiles, de
empleados y obreros, han desarrollado a lo largo de los años una estrategia
nacional que ha coadyuvado a la creación de agrupaciones estamentales
federativas y de coordinación nacional que negocia directamente con el Estado.
La consecuencia de este proceso, es la derivación del manejo y administración
de los servicios e intereses de los grupos, así como de los recursos humanos en
cuanto a la fijación de normas nacionales, tabuladores, homologación, fijación
de salarios y condiciones de trabajo y de beneficios sociales que rebasan la
intervención de las autoridades legitimas de las instituciones educativas y que
con frecuencia contribuyen a que predomine la lucha por el poder especialmente
en la vida de la universidad. Ello ha determinado que los programas de
administración de recursos humanos y financieros estén directamente en manos
del ejecutivo nacional a espalda de las instituciones quienes actúan como meros
receptores de decisiones de primer nivel para luego instrumentarlas en un
segundo nivel con la consiguiente pérdida de decisiones y autoridad, incluso la
dificultad para introducir estímulos a su propio personal en términos de
rendimiento y calidad académica.
Es necesario clarificar el papel de los
gremios para lograr o recuperar los niveles de decisión y de participación en
los procesos laborares y de desarrollo. Es perfectamente comprensible el papel fundamental de los
gremios para preservar el derecho de los trabajadores, contribuir con la
definición de las políticas de mejoramiento de los recursos humanos y de
supervisar que las normas de funcionamiento y de su régimen laboral se cumpla
dentro de los términos suscritos con las entidades a donde pertenecen, al
efecto, se debe ser muy claro en la preservación de los mencionados derechos,
pero sin interferencias con las decisiones autónomas y gerenciales que toman en
otros niveles de las instituciones educativas.
Cogobierno
Adicionalmente, es necesario revisar la
normativa relativa a la participación de profesores y estudiantes en los
niveles de decisión dentro de los conceptos del cogobierno universitario y
definir con claridad las competencias internas en los diferentes niveles de la
estructura universitaria. Así mismo, dentro de la redefinición de la misión y visión de la universidad,
clarificar los estatutos orgánicos a fines de adaptarlos a la Constitución, a
los marcos de referencia legales del momento y a las finalidades específicas de
la institución universitaria.
Integración
Frente a los procesos mundiales de
globalización y conformación de los grandes bloques económicos la universidad tradicional
se ha esfumado, por tanto, ella como el país necesita nuevos enfoques y
políticas para fortalecer su capacidad negociadora, lograr el fomento de la
competitividad y mejorar su inserción en la economía internacional. En este
sentido, las estrategias para la globalización deben centrarse en la
investigación, la competitividad, la pertinencia y la calidad.
En el primer aspecto, la formación del capital
humano al más alto nivel sobre la base de estudios de necesidades debe
definirse los recursos calificados en áreas que sean prioritarias para el
desarrollo nacional. Por otra parte, se deben concretar las inversiones en
investigación, ciencia y tecnología dentro de una reforma orientada a
fortalecer estos aspectos.
La integración de las instituciones de
educación superior entre sí y con los demás niveles de la educación es
imprescindible para conformar un sistema articulado y dinámico que permita la
pluralización de entradas y salidas académicas y la ampliación de las opciones
educativas. Las estrategias sobre este particular se centran en la creación de
Consejos Estadales de Educación Superior con sus respectivos organismos de
planificación que faciliten el proceso de integración del sistema optimizando
la aplicación de los recursos.
El sistema universitario dentro del entorno
citado requiere del establecimiento de las más estrechas relaciones entre las
instituciones que lo conforman, a los fines de asegurar una productiva
concertación de actividades, la eficiente utilización de los recursos y un
cabal aprovechamiento de sus potencialidades.
Regionalización
Es bien conocido a nivel estadal la dispersión
de centros universitarios que incluso compiten no solo por los recursos sino
que incluso por la misma matricula y personal docente y de investigación, en
consecuencia se plantea la necesidad que dentro del proceso de cambio del
sistema universitario se elabore un proyecto de construcción de la Universidad
de la entidad estadal correspondiente, concentrando recursos humanos,
materiales, planes académicos y los esfuerzos para el desarrollo de la
investigación regional descentralizada.
A objeto de fortalecer este enfoque, se cree en
la necesidad de estudiar una entidad regional de coordinación y planificación
que facilite la integración, potencie los recursos y cree un mecanismo
descentralizado que favorezca los procesos de investigación aplicada a las
características específicas regionales.
Es bien conocido que la fragmentación y
crecimiento del sector universitario a nivel regional ha determinado la
creación y funcionamiento de universidades oficiales con programas repetidos,
competencia de recursos, creación de instalaciones precarias y aprovechamiento
del recurso humano repetitivo y costoso. Atendiendo a principios de tanto,
descentralización para dotar de mayor agilidad y eficiencia
administrativa las diversas instituciones y núcleos que funcionan en los
estados, estas deberían integrarse en un sistema que facilite el intercambio de
recursos entre las diversas instituciones, la cooperación, la realización de
esfuerzos compartidos, la movilidad estudiantil y profesoral y el uso
compartido de espacios y de capacidades, a los fines de constituir una red
regional universitaria.
Autonomía
Este concepto muy
debatido debe aclarase y desarrollarse de una vez por todas, en efecto, dentro
del Estado Social de Derecho, esto es, un Estado Democrático regulado por el
Derecho, el concepto de Autonomía Universitaria se encuentra en estrecha
relación con lo que Kant -filósofo alemán- denominó “libertad jurídica”,
entendido como el poder legítimo de una comunidad académica de autogobernarse y
auto legislarse colectivamente, haciendo coincidir el concepto de libertad con
el de autonomía.
Esta concepción, se traduce en la facultad de producir acciones de
autodeterminación que coinciden en el ejercicio de un quehacer fundamental del
Estado. En este sentido, la universidad autónoma ejerce sus acciones hacia la
producción de conocimiento de tal manera que sirva no solo a, la formación de
profesionales, sino de hombres potencialmente capaces de desarrollar múltiples
dimensiones, las cuales desde diversas disciplinas coadyuven a consolidar a la
sociedad a la que pertenecen dentro de un espacio democrático propicio al
desarrollo y la libertad.
La Constitución
garantiza autonomía para las universidades sin
distingo, ni clasificaciones subjetivas, de tal manera que la
autonomía universitaria no encuentra fundamento en la necesidad de que el
acceso a la formación académica de las personas tenga lugar dentro de un clima
libre de interferencias del poder público tanto en el campo académico, como en la
orientación ideológica o en el manejo administrativo o financiero del ente
educativo.
La autonomía universitaria no consiste en la
autorregulación absoluta de las universidades o centros de investigación hasta
el punto de desconocer el contenido del derecho fundamental de la educación y
la libertad académica, ya que dicha autonomía se entiende que debe estar
encausada en aras del objetivo que le consagre la Constitución, esto es, el
derecho a la educación concebida por ella como una función pública que tiene a
su vez función social. La autonomía se concibe para brindar a las
universidades la discrecionalidad necesaria para desarrollar el contenido
académico de acuerdo con las múltiples y libres capacidades creativas de
aquellas con el límite que encuentra dicha autonomía en el orden público, en el
interés general y en el bien común. La autonomía se debe reconocer a todas
las universidades las cuales deben desplegar su iniciativa con aportes a la
sociedad encaminada al fortalecimiento de la educación y los aportes a la
creación de conocimientos dentro de la concepción moderna de sociedad educadora.
Es claro, que una
constitución progresista debe dejar en manos del Estado la responsabilidad de
financiar la educación superior oficial y de facilitar que particulares puedan
hacerlo igualmente en ellas y en instituciones privadas de Educación Superior,
de manera que se haga posible el acceso a las personas con suficiente capacidad
para ingresar a la universidad dejando a estas fijar sus reglas de aceptación.
Tomando como referencia la ética universitaria y la responsabilidad
derivada de la autonomía, es claro que el Estado debe de fomentar, inspeccionar
y vigilar el derecho a la enseñanza como servicio público dentro de una
concepción sujeta a principios orientadores de la política educacional
perseverando sus atribuciones, pero sin menoscabar la autonomía universitaria
aplicando disposiciones que restrinjan o regulen sus actividades. Estando la
educación en función pública, el particular o particulares que regenten estas
actividades universitarias no pueden estar motivados por el lucro, sino que
deben contribuir en el logro de la igualdad de oportunidades de los que
concurren al sistema universitario y que por su derecho personal han elegido
libremente hacerlo en estas instituciones bien sea como consecuencia de
insuficiencia de cupos en la universidad oficial o en la búsqueda de paradigmas
pedagógicos o ideológicos diferentes. Es necesario destacar, que la ausencia de
un fin lucrativo no significa que los particulares consuman su patrimonio, por
el contrario, la cabal consecución y la satisfacción de la finalidad asignada a
las personas jurídicas deben imponer una conducta de conservación, mejora e
incremento de los bienes y rentas por la cual pueden realizar actividades
lucrativas complementarias y comerciales, pero es claro, no como primordiales
sino como instrumentales y derivadas complementariamente para asegurar que sus
actividades permitan o faciliten el logro de las finalidades altruistas de la
universidad.
Calidad
La educación superior tiene importancia capital dada la circunstancia que
toda la actividad de modernización y desarrollo requiere de alta competencia
organizacional, de liderazgo de los docentes y de conocimientos tecnológicos.
En este sentido, se requiere que la fuerza magisterial profundice su
contribución a las demandas sociales mediante proyectos de educación de alta
calidad. En referencia a este primer planteamiento, el
mismo conduce a reconocer la necesidad nacional de evaluar a sus instituciones
de educación a objeto de instrumentar cambios importantes a mediano y corto
plazo y así perfeccionar la consecución de las metas de cada institución y
lograr un mejor aprovechamiento de los recursos dentro de conceptos más claros
de pertinencia profesional y social del país
.
Es quizás en la
Educación Superior donde los conceptos de calidad se usen de forma
indiscriminada en relación con una diversidad de situaciones como: planes de
calidad, enseñanza de calidad, estudiantes de calidad entre otros. Actualmente
la Educación Superior preocupa a todos los niveles de la sociedad, porque
asocian a la calidad con efectividad, eficiencia, productividad y pertinencia.
Rendimiento Académico
El rendimiento
académico no es sólo el resultado del proceso enseñanza-aprendizaje a nivel
individual, sino también el reflejo de la calidad del sistema educativo, es
decir, de la eficacia con que los diferentes componentes del sistema engranan,
de las bases filosóficas-políticas que dirigen la funcionalidad de la
estructura educativa hacia objetivos viables y pertinentes, no sólo para el
desarrollo integral eficaz del individuo sino también para cubrir los
requerimientos sociales, mejorar la productividad y calidad de vida.
Desde otra perspectiva,
el bajo rendimiento estudiantil incide negativamente en la calidad educativa,
afectando la funcionalidad de otros elementos del sistema; así el bajo
rendimiento académico conlleva con frecuencia a la repitencia, ésta al aumento
de la población estudiantil, congestionando las universidades, con sus sabidas
consecuencias en la productividad de la educación.
Por lo tanto el estudio
del éxito o fracaso académico debe ser abordado a través de un análisis
multifactorial e integral del estudiante, dentro del proceso educativo,
partiendo de las características bio-psico sociales del aprendiz, el ambiente
que lo rodea, la organización y estructura educativa, hasta la política que
rige el sistema la cual debería estar cónsona con las políticas dirigidas al
desarrollo social a nivel regional y nacional, ésta última vista dentro de un
marco internacional, ya que no es posible eludir los efectos que la
globalización tiene en el área social, política, económica y educativa del
país.
Evaluación y
Acreditación
La
universidad a pesar de contener una serie de reglamentos sobre el tema de la
evaluación y de la acreditación no se aplican, no obstante, algunas
universidades han en el pasado prepararon estrategias para mejorar los
indicadores que toman en cuenta los centros de clasificación o “ranking”
universitarios para al menos colocarse en la lista de universidades
acreditadas. Como el Estado tiene la suprema responsabilidad de inspección y
vigilancia, las Leyes deben definir las opciones políticas fundamentales. El
Ejecutivo Nacional como máxima autoridad debe ejercer sus atribuciones a través
de políticas que fortalezcan la autonomía y el quehacer de la universidad,
procurando su desarrollo sin obstrucciones normativas o reglamentarias.
Este enfoque reafirma la autonomía y el concepto de libertad en ella implícito
al señalar que la inspección y vigilancia ha de ejercerse con respeto a la
Constitución. Dentro de esas premisas encuentra sustento el Sistema de Evaluación y Acreditación
como forma democrática y participativa de inspeccionar a las
instituciones con objetividad, sin interferencias de oficinas
auxiliares que no vulneren el concepto de autonomía.
[1] Rodriguez, Korn A (citado por Mosquera G.) argumenta que:
“...la Reforma es un proceso dinámico, su propósito es crear un nuevo espíritu
universitario, devolver a la Universidad, consciente de su misión y de su
dignidad, el prestigio perdido”.
[2]
Dr. Simón Muñoz, rector UCV, A. Mateo, Tesis 2007
[3] UPEL,
[4] G Guardilla, 1998
[5] Jose Ignacio Moreno León, 1999.2020
[6] Transformación Universitaria, G Mosquera, 2019
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