sábado, 2 de octubre de 2021

COLAPSO UNIVERSITARIO

 

La universidad venezolana entró en una etapa de intervencion por parte del régimen, que ya no  es solapada, lamentablemente se ha ajustado a los  intereses de la estratégia socialista. El fundamento básico de ella,  fue reducir a la poblacion docente, administrativa y de servicios a una condicion humillante en términos de sueldos y salarios. En otras palabras, redujo a niveles de supervivencia a la comunidad universitaria, sometiéndola a ingresos cuyo valor medio no llega a cinco dolares-mes, ello determinó un efecto crítico en dos factores fundamentales, el primero fue que los que  vieron con claridad la situación engrosaron a los seis millones de venezolanos que emigraron para ejercer sus actividades en otros paises debilitando la capacidad intelectual interna y enriquecer sin costo alguno la de los paises vecinos. En segundo lugar, los que no pudieron hacerlo por diversas razones, entre ellas la pandemia del conavirus, se refugiaron en su deseperanza y están paleando la situacion a niveles de supervivencia.

 El régimen con su plan de control social, creó aldeas univesitarias, universidades que no pueden llamarse tales por su concepción primaria que ha sido la de deformar y ajustar los planes de estudio con otros objetivos, forjar con un nuevo esquema proselitista a ideológos, acompañados de la mentira de hacer creer  a la juventud que tienen un titulo profesional, cuando en realidad lo que logran es uno supletorio, que no acredita bajo ningun efecto la debida competencia profesional; el número de egresados en esa condición se contabiliza como un gran logro y,  su producto en dos decadas suman cientos de miles donde buena parte de ellos son fanáticos y engrosan a las filas de los enchufados del régimen.

Simultaneamente, la politica educativa impuesta convirtió a los institutos universitarios en “universidades”, sometió a las universidades nacionales a restricciones financieras intolerables hasta que logró, que su estructura presupuestaria integrada mayoritariamente por costos de nómina pasara a ser controlada y pagada directamente por el regimen mermando las funciones de los responsables administrativos que se limitan a ser mensajeros de cuando los infimos recursos son depositados en sus cuentas.

El régimen complementó  esa actividad con la firma fraudulenta de una convención colectiva manejada por las manos de fanáticos de sus planes. Estas infamantes decisiones no tuvieron oportunidad de revertirse convirtiendo a las autoridades en simples tramitadores y las eternas autoridades universitarias no pasan de una tímida expresión de protesta, especialmente, cuando se han violando normas constitucionales las cuales cercenaron la autonomia universitaria, y prohibió a las elecciones universitarias. Mas recientemente,  intervienen autoritariamente a  las autoridades y las sustituyen por fanáticos de su revolución sometiendo por la via de hechos cumplidos a las comunidades universitarias y ahora, tienen la mirada puesta en las pocas universidades nacionales  que quedan las cuales intentan reactivarse aparentando funcionar con un falso maquillaje.

Logrado el control de un sector que siempre fue contestatario, domó literalmente a las universidades, y las colapsaron, dejando sin respuesta a instituciones que tuvieron pensamiento crítico, que adversaron las ilegalidades y dotaron al pais de una sociedad inteligente y democrática en su mayoria por otra decadente, desesperanzada, pobre y sin recursos para su reactivación y, porque no decirlo, en una clase nueva con pobreza crónica.

La comunidad universitaria sobreviviente tiene solo el recurso de la protesta retórica, comunicados sin efecto, sin capacidad de convocatoria, y en las recientes semanas cae en la celada de articularse con el regimen para reconstruir la pérdida física de sus campus bajo la apariencia que son dirigidos falsamente por las autoridades universitarias, ejercen sus acciones sin disimulo  para dar la impresión de la reconstrucción oficial de la infraestructura pérdida, de sus laboratorios, e instalaciones docentes las cuales afectaron mortalmente los procesos de docencia e investigación. Solo sobrevevive la universidad en apariencia, con algunos programas académicos, y la informalidad de una educacion a distancia chucuta cuyos resultados son totalmente cuestionables desde el punto de vista académico y profesional.

Se plantea el llamado a clases, la inscripción de nuevos estudiantes, cuya selección la impone el régimen, es decir, entran potencialmente sus fanáticos para invadir los espacios, con la mente puesta en imponer la idelologia favorable al comunismo. Se prepara una retoma de la actividad académica sin recursos, sin la infraestructura adecuada, y un presupuesto administrado por el régimen, sin más de la mitad de la fuerza docente e igualmente, con estudiantes virtuales donde muchos se fueron o se dedicaron a otras actividades de supervivencia.

Frente a la gran complejidad de la educación superior, con una fuerza docente debilitada y menguado interés estudiantil, se protesta en hermosa prosa declarativa; se apresta para iniciar lo imposible, sus esperanzas imprimen la aspiración de reconstruir la universidad, de producir un nuevo modelo y retomar la actividad universitaria, aún reconociendo que lo hacen dentro de un escenario adverso ignorando la premisa que nada será posible con este modelo  de gobernanza y la unica posibilidad de reconstruir a futuro el sistema universitario es con un cambio de gobierno.

No se avizora dentro de las circunstancias políticas del momento cambio alguno, los dirigentes y activistas que se dicen de oposición, transaron con el régimen en negociaciones vergonzosas la supervivencia política y el compartimiento de un poder menguado integrado por los mendrugos que quedarán de las tan defendidas elecciones regionales que por fraudulentas e ignorando la ley y la Constitución las dan por buenas coincidiendo con la politica y práctica delincuencial del régimen, o al menos, de complicidad manifiesta.

Si se logra, como es deseable e imprescindible, el cambio de modelo, ¿cómo resolver el tema de dos centenares de universidades que no son tales?, ¿cómo reconstruir el sistema universitario? ¿Qué hacer para reconducir a millones de profesionales de mentira y adaptarlos a las competencias del mundo actual? ¿Cómo resolver el tema de la proliferación de planes de estudio sin pertinencia? y ¿cómo retomar la investigación y reconstruir el tejido académico?. En realidad son respuestas complejas frente a un mundo univesitario que está cambiando de manera global, la realidad es que muchos jóvenes no quieren ser universitarios, sino simplemente entrenarse lo mas rápido que se pueda con habilidades profesionales focalizadas en la coyuntura laboral.

Solo son unas ideas al respecto que nos llenan de temor e incertidumbre, recomponer el sistema universitario significa prever la debida estratificación de sus objetivos, por ejemplo, docenas de universidades territoriales o estadales se han multiplicado con los mismos objetivos y carreras, incluso con el mismo cuerpo docente. Docenas de universidades del Estado conviven en  la misma ciudad con estructuras universitarias tradicionales, universidades experimentales que ya no lo son, tecnológicos que son universidades. Creemos que llegó el momento de estudiar la creación de las universidades de cada estado federal dentro de un subsistema regional adecuado, definir a las universidades nacionales con otros objetivos profesionales y potenciarlas hacia sus verdaderos fines: la investigación, desarrollo y formación de científicos, de proyectos innovadores acompañados de su pertinente acción social para el desarrollo de grandes centros de salud, tecnología y producción de conocmiento; además, favoreciendo el producto regional de las universidades regionales con la incorporarción a una educación cientifica de los mejores. Utopia, tal vez, pero  hay que repensar la universidad.

En un mundo ya globalizado, para muchos pareciera que está claro que la realidad mundial tiene cambios significativos en la educación universitaria frente a la explosión tecnológica y enlazado en redes, donde todo cambia, y la “big data” nos invade. La curva de aprendizaje cambió para la población laboral la cual está centrada en nuevas profesiones. Estamos hablando de la vinculación real, de necesidades de inversión y de nuevos enfoques, tales como: programas certificables montados en eficientes plataformas administradas por instituciones confiables y de credibilidad, asociados con proveedores tecnológicos que no son precisamente universitarios, sino  instituciones de alta tecnología sustentados en potentes desarrollos científicos que ya no lo producen las universidades.

Frente a ello la educación universitaria está dejando de ser una opción inmediata para las personas que  requieren insertarse en el mundo laboral cuyas competencias la universidad no las ofrece; su efecto es determinante, potenciado en nuestro caso, por la destrucción y colapso del modelo  universitario provocado exprofeso por el régimen.

Desde el punto de vista de lo que está sucediendo, la universidad que pretende reiniciarse es insostenible, frente a ello, responsablemente tenemos que desarrollar nuevas opciones o simplemente innovar y dejar la cosmética universitaria de reparar lo irreparable. Estamos hablando de una nueva universidad o modelo de universidad, que incorpore la formación integral, libre, flexible y de calidad, que permita su inserción en la sociedad del conocimiento actual. En realidad, la vision necesaria es otra, es de alianzas, internacionalización, articulación con organismos, instituciones, y corporaciones, de manera ágil y colaborativa, de competencia laboral, con nuevos planes para la formación profesional.

El futuro se modela con cierta probabilidad, frente al hecho que la población y sus aspiraciones siguen en crecimiento; que no desea volver a los mismos esquemas pasados de moda. Su diseño se llama transformación, miles de competentes diseñadores y expertos universitarios deben trabajar duro y sistemáticamente mientras los poderosos comunistas disfrutan de las mieles del poder, que no será eterno. Mientras tanto, en nuestros humildes gabinetes y la debida conexión positiva nos permita diseñar ese futuro universitario y desarrollar nuevas estructuras sostenibles en el tiempo de acuerdo al tremendo  desarrollo  cientifico tecnológico  actual.

Hagamos el trabajo, desarrollemos escenarios viables, prácticos, sólidos, científicos y humanísticos, aprovechando los recursos intelectuales al máximo, sin dejar de adoptar actitudes críticas, combativas y no dejarnos vencer por las fuerzas del mal, ni de modelos globalistas, cara oculta del poder antidemocrático.

En escencia la libertad se conquista, no es gratis, todo tiene su fin y el modelo político actual no podrá mantenerse, deberá ser sustituido para que la cultura, la ciencia y el humanismo avancen en un mundo transcomplejo y en un escenario de libertad académica.

 

 

sábado, 4 de septiembre de 2021

PRESENTEN CUENTAS

 



Es de conocimiento general que en Venezuela las instituciones dejaron de responder desde ya hace mucho tiempo a la separación de los poderes, es decir, se tiene apariencia de que ellas existen, pero cada vez más en el tiempo, la centralización socialista avanza inmisericordemente destinada a transformar los instrumentos legales en simples estructuras funcionales orientadas a fortalecer las estrategias del régimen en todos los órdenes de la sociedad y dar apariencia de legitimidad democrática. Ese desconocimiento ha llevado a la construcción de instituciones paralelas ante la diatriba política de que el régimen fue legalmente declarado usurpador, que carece de legitimidad y que, por la otra, legalmente, fue reemplazado por un gobierno interino el cual fue reconocido por la comunidad de países democráticos. En ambos casos se dicen gobierno, pero no lo son.


Para la “gobernanza” de ambos polos, los recursos públicos fluyen hacia el primero señalado de acuerdo al modelo político socialista a través de los flujos de fondos de los mecanismos económicos locales y de fuentes exógenas que se aproximan al favorecimiento de actividades ilegales. Para el gobierno interino los organismos y gobiernos internacionales han financiado su plataforma, especialmente justificada para la ayuda humanitaria como consecuencias de los efectos de la situación de crisis del país en consecuencia, han asignado ingentes recursos para mantener el gobierno provisional el cual administra dichos recursos sin límite ni medida y no se observa con claridad el cumplimiento de objetivos efectivos en la población.


En ambos casos, independientemente de la magnitud los recursos se administran dentro de una visión oscura en el sentido, que casi nadie sabe cómo se aplican, a qué programas obedecen y no se sabe a ciencia cierta como se usan, aunque presumimos que buena parte de ellos van a los bolsillos de los funcionarios, que engrosan los mecanismos de la corrupción y mantienen niveles de vida no precisamente acorde con lo que eran, y obviamente, sin declarar patrimonio. El desconocimiento de las hazañas administrativas es total, no se sabe de la aplicación y uso financieros cuyos montos son de origen público y que la población tiene el derecho de conocer sus características y aplicaciones, pero les es negada en ambos lados de la ecuación, presentan estadísticas falseadas, informes chucutos, declaraciones sin sustento y no se presentan cuentas claras. 


La exigencia del venezolano de conocer esta situación es negada y despreciada a pesar de los derechos que tienen lo cual genera un factor de desconfianza hacia los dirigentes de las organizaciones gubernamentales incluyendo los de la aparente transición. La estructura de las funciones de gobierno está centrada en la administración de recursos de variadas fuentes y hacen factor común entre el régimen y la hoy llamada plataforma unitaria; ello da una pista para explicar la cohabitación negociada que fundamentalmente conduce a un clima de colaboración aceptando prácticamente la legitimidad del régimen; acuerdan elecciones regionales, participando con aspirantes eternos a los mismos cargos, echando por la borda toda clase de limitaciones y violaciones legales con tal de disponer de impunidad, participar en el festín del poder, y tener protección formal a sus desaguisados financieros; por supuesto en, un entorno confidencial como hacen los delincuentes los cuales ocultan deliberadamente sus acciones, fuentes de financiamiento y desprecian los reclamos de los contribuyentes solicitando la presentación de cuentas. Los efectos directos de mal administrar el patrimonio público conducen a la corrupción generalizada tal y como se observa en el país que incluso ha conducido a un vínculo con la corrupción global y las mafias internacionales.


Las organizaciones institucionales de cualquier naturaleza de financiamiento público, como, por ejemplo las empresas del estado, o las universidades nacionales, particularmente estas últimas son una buena referencia para detallar el tema, en efecto, funcionan mediante una Ley de Presupuesto que orienta la aplicación de los fondos hacia sus objetivos de manera delegada, autónoma y están sujetas a la Ley de Universidades, claro está, esta autonomía no los exime de presentar las cuentas respectivas e informar sistemáticamente la ejecución presupuestaria. Es un hecho que, el régimen las ha sometido e intervenido y ha establecido un cerco reglamentario desgarrando sus funciones, despreciando el talento humano cuya nómina y procesos laborales pasaron a ser controlados directamente por el ejecutivo cuyos montos financieros casi alcanzan la enorme proporción del noventa por ciento, dejando un menguado porcentaje para los llamados gastos de funcionamiento. 


Poco se sabe, que estas instituciones palean sus déficits presupuestarios desarrollando una política de estímulo a los ingresos propios producto de las matrículas cobradas a estudiantes de postgrado, diplomados, y educación continua, aparte de las actividades de explotación comercial de su patrimonio como son, las infraestructuras rentables, instalaciones deportivas y empresas universitarias. Estos ingresos importantes son manejados a resguardo de la intervención ministerial, pero que últimamente el régimen pretende apoderarse de ellos tal y como intentó apoderarse de los Fondos de Jubilaciones y Pensiones, Cajas de Ahorro y recursos excedentarios de ejercicios fiscales anteriores. pero hábilmente, las autoridades protegieron dichas intenciones tomando la medida de disolver los fondos de pensiones, y poner su patrimonio a disposición de las autoridades universitarias con una administración colegiada conjunta con los representantes gremiales que agrupan a los que contribuyen con esos fondos.


Todo lo expresado se convierte en teoría, debían de ser administrados colegiadamente, pero su gestión ha sido asumida por la máxima autoridad de cada universidad, sin consulta y de manera unilateral, la cual dispone de dichos recursos a su antojo. Las autoridades universitarias no han hecho uso de la autonomía y nada hacen con tal de permanecer en sus provechosos cargos, más aún, declaran públicamente que son autoridades legítimas cuando en realidad debieron durar cuatro años y nos tres lustros en sus cargos y, al final del periodo debieron convocar a elecciones o renunciar como lo hicieron algunos decanos,  pero se dan el lujo de no hacerlo e integran los organismos internos con suplentes o personal no electo, muchos de ellos sin condiciones académicas que aplauden las gestiones y desvirtúan o ignoran las controversias entre ellos mismos. Aprueban en un bloque sospechoso de cohabitación y solidaridad ejecutiva decisiones inconsultas que comprometen recursos de manera irregular. Parece casualidad, pero estas actuaciones se parecen mucho a como lo hace el régimen o los integrantes de la plataforma unitaria.


Tampoco es casualidad que la autoridad universitaria  se niegue a presentar cuentas, e incluso se desgarran las vestiduras solicitando la presentación de cuentas a terceros como consecuencia del manejo presupuestario que por cierto, ya nisiquiera les pertenece porque son simplemente cajeros o convidados de piedra como es el caso de las cuadrillas de la supuesta recuperación de la infraestructura la cual es manejada y contratada por el régimen, pero manifiestan sin rubor que ellos tienen el control y la dirección contradiciendo declaraciones públicas del funcionarios del  régimen que ya han intervenido  a la universidad.


En el caso de las universidades estamos viendo un problema muy grave que no se desea que trascienda a la opinión pública bajo el argumento de proteger la universidad y es calificado de peligroso discutir el tema ya que se puede prestar al desprestigio de la autoridad y de la propia institución y que contribuya a su intervención. En realidad, es un argumento maniqueo, no se trata de la universidad sino de su autoridad, y de la responsabilidad personal de quien se abroga la dirección unilateral del manejo de los recursos a su propia cuenta y riesgo. Es notable el caso de los fondos de pensiones cuyo patrimonio pertenece a las contribuciones de sus miembros y aportes oficiales obligatoriamente reglamentarios, a tales efectos y que están destinados exclusivamente al pago  de las jubilaciones o de la seguridad social,  pues no ocurrió de esta manera, con una serie de subterfugios legales las autoridad máxima como cuentadante han movido las respectivas carteras con gran opacidad, y no cumplen con los objetivos de contribuir con los gramos para financiar la seguridad social.


Un enorme patrimonio en divisas, en bienes muebles e inmuebles entregado formalmente por los liquidadores los han empleado en gasto corriente, inversiones privadas, con sospechas de sobreprecio en las adquisiciones, y ante los reclamos, hacen aspavientos de su autoridad y solvencia y no informan a la comunidad, especialmente en aquellos casos extremos donde los fondos originales se han reducido significativamente y con gran riesgo financiero puesto que son manejadas como carteras comerciales por corredores de bolsa y bancos ubicados en paraísos fiscales.


Ante el reclamo o indagación natural de los afiliados, pretenden despachar el asunto en escuetos informes de corredores financieros muy hábiles que nada dicen y argumentan que para protección de los recursos bloquearon en plazos fijos el capital más los intereses, por cierto, desconocidos y demuestran la imposibilidad del uso de los recursos a corto plazo. La comunidad y sus gremios exigen la rendición de cuentas y nada ocurre; no se informa integralmente sino con evasivas levantando una ola de rumores y de sospechas, agravadas por otras intervenciones y reclamos incluso de ellos mismos como autoridad.


La comunidad nacional e igualmente la comunidad universitaria ante los manejos irregulares de leyes y reglamentos, del abuso de autoridad y de decisiones que comprometen los recursos públicos tienen todo el derecho de solicitar aclaratorias y cuentas claras, Pese a que en Venezuela no existe una ley que regule exclusivamente el derecho de los ciudadanos de acceso a la información pública, en las normativas vigentes contabilizan una docena de marcos legales que abordan el tema, además de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela los ciudadanos tienen derecho a ser informados oportuna y verazmente por la administración pública sobre el estado de sus actuaciones.


Es preocupante ver cómo en medio de la desinformación por ausencia de medios objetivos que manejen información fiable circulan comunicados sobre el uso irregular del fondo millonario de jubilaciones de la UCV donde se denuncia la compra de una empresa de salud adquirida como fondo de comercio a precios que cuadruplican el avalúo y se le vende a precio de dos dígitos a la Fundación que lo está operando. Ello causa asombro ante la audacia de tomar decisiones que se dicen fueron aprobadas por la máxima autoridad y que han puesto en la frontera de quiebra a un Fondo que fue exitoso cuyos fondos en menos en los últimos cinco años se redujeron a un cincuenta por ciento. Ante el reclamo de cuentas se presentan informes escuetos, sin valor y pone a la comunidad universitaria en ascuas y llenas de rumores cuyos informes se les ve la costura y es inevitable la comparación con los métodos libertinos que usa el régimen y los miembros de la ahora denominada plataforma unitaria.


Si se desea probidad y claridad en la acción, presenten cuentas claras, técnicas y auditadas. Si no lo hacen, pues se debe obligar ante los órganos competentes con la denuncia e interdictos de revisión de cuentas. Presenten cuentas señores.