miércoles, 13 de diciembre de 2023

ACADEMICOS Y POLITICOS

 

ACADEMICOS Y POLITICOS

Genaro Mosquera

La combinación de un académico y de un político es ideal para intentar una aproximación a la compleja situación política y social venezolana, el primero, por su formación teórica y critica sobre los diversos aspectos psico-sociales y económicos, cuya interpretación se basa en investigaciones confiables, en la lectura sin fin de escuelas teóricas, en diseños experimentales y, en la métrica de sus resultados; su interpretación les permite construir modelos de comportamiento e inducir con argumentos científicos la mejor manera de abordar y resolver los problemas; el segundo, apoderado de un pragmatismo adecuado puede ejecutar las mejores posibilidades de optimización en  las opciones sugeridas de desarrollo social y económicos derivadas de la academia.

Ambos, sin una visión realista, pueden conducir al desastre, ya no conceptual de un académico, sino como consecuencia de sus interpretaciones sesgadas sustentadas en una ideología unilateral que las convierte en decisiones orientadas a un propósito individual y a la pérdida de la generalidad. El pragmático, atrapado en la demagogia, liderazgo artificial y un marcado populismo orienta sus decisiones para complacer a la autocracia, y lograr fines individuales que los alejan de las realidades democráticas sin importar sus consecuencias.

En estos tiempos de calamidad, las personas comunes perciben con facilidad esos comportamientos, los enfrenta o ignora. También aprecian como algunos académicos se prestan a contribuir a sustentar la “teoría política más conveniente” y dotar al pragmático de una base de sustentación de su narrativa mentirosa quien la ajusta a su conveniencia individual o de grupo. Esta reflexión conduce al argumento popular de “yo no soy político”, pero se mete en política y en el caso que nos ocupa, es frecuente escuchar otro argumento: “una cosa es la academia y otra la política”. Claro, en el primero se conceptualiza, bien o mal, y en el otro, se usa para lograr propósitos de gobernanza sujeta a cualquier medio licito o no para ejercer el poder,

Es pertinente la reflexión de lo dicho por Albert Einstein “todos somos ignorantes, solo que en temas distintos”. En ese sentido, se tienen talentos e inclinaciones diferentes, es decir, se está capacitado para articular la academia a lo político o no, inducida por un modelo cuya estrategia no debería estar centrada en la centralización del poder, y en esquemas autoritarios o dictatoriales. El político común si es incompetente disimula su ignorancia tácita con la narrativa adquirida en las redes sociales, sin mayor profundidad y estrategia egoísta lo que lo lleva a dirigir la gobernanza según se vaya viendo y ajustándola a sus propios intereses

El premio Nobel Friedrich Hayek ha escrito que “Aquellos que se preocupan exclusivamente con lo que aparece como práctico dada la existente opinión pública del momento, han visto que esa situación se ha convertido en políticamente imposible como resultado de los cambios sistemáticos de la opinión pública y, que ellos -los políticos- no han hecho nada por guiar.” En la realidad presente, la sociedad mayoritaria sustentada en la insatisfacción tiene ideas de cambio e induce a la nueva dirección política a intentar la reconstrucción nacional, tal y como lo percibimos después de la selección casi por aclamación de la candidata ganadora en la consulta a la población, sin embargo el político tradicional se resiste al cambio y recurre a una narrativa mentirosa para mantenerse en una cohabitación con el poder sin caer en la cuenta que la gente común ya no digiere su discurso, de tal manera que comienzan a acercarse sigilosamente al movimiento imparable de oposición verdadera quien los percibe y examina sus discursos que ellos creen que se lo creerán; no se dan cuenta que el propósito de cambio ha avanzado en la opinión pública a pesar del control férreo del poder quien controla totalmente la comunicación y sus medios. La información blanda se cuela por las rendijas de la opinión boca a boca, y de las redes dejando un flanco abierto a la motivación de la población de exigir sus derechos, con fuerza centrípeta que va del centro individual a la periferia arrollando a su paso, que terminará con los políticos improvisados y los sátrapas que apoyados en sus esquemas prácticos han sometido al país a la humillación y violación de sus derechos.

El progreso inducido por un modelo político diferente al de estas décadas debe ser enriquecido por el trabajo académico, en consecuencia una de las primeras cosas  a hacer es subir la capacidad profesional de las personas, especialmente de los políticos para contribuir a su formación en democracia, valores, ética, teorías del valor, constituyente, pero también de habilidades gerenciales tales como: la formulación de proyectos, evaluación y control, además de temas cruciales como: el manejo ético de la cosa pública, de sus presupuestos y el control de las cuentas del estado, sin dejar de lado a las nuevas habilidades de organización y liderazgo centrado en las nuevas tecnologías, arrolladoras de las viejas prácticas de Fayol.

Como resultante, aquellos talentos, y potencialidades que son característica exclusiva de cada uno, deben desarrollarse para salirse del esquema de dependencia de los que piensan, dicen y hacen otros y,  evitar  que se conviertan en  trasmisores de frases hechas y caigan en el resentimiento, tal y como  ocurre con los megalómanos del poder y de los que se han sometido a él con sentido oportunista y, de quienes no se han dado cuenta, que están dejándose arrastrar por un grupete que está en caída libre y su destino está marcado.

Un contingente de académicos y de políticos bien formados deben entonces trabajar por la unidad integral o superior, todo montado sobre una organización que enfrente al sistema desarrollado sobre la innovación y las tecnologías que irrumpen en la sociedad con una gran fuerza de cambio, ello empieza por la construcción de redes globales de comunicación, activismo planeado, denuncia inteligente, rescate de los medios, oponer resistencia a la información falsa y a la propaganda a través de un movimiento civil poderoso que enfrente los desmanes, fraudes cantados y sistemas corrompidos del régimen.

Pasemos de la narrativa a la acción, no basta con diseños académicos,  buenos análisis, planes y optimismo, la acción de cambio comienza con defender hasta donde sea necesaria una candidatura validada por la población como una insignia de triunfo, pero que debe resolver los obstáculos que minan el camino; el principal y  armónico con los procesos democráticos es la transformación radical del sistema electoral, gran muro de contención, manipulación y fraude como se acaba de ver con la engañosa consulta inspirada en el desvío de objetivos y ocultamiento de errores diplomáticos o, incluso de complicidad, de tal manera que las fases del cambio se sustenten en cambios de objetivos y muy especialmente del  sistema electoral, de un CNE con la elección democrática de sus integrantes, sin compromisos, independientes y, sin órganos judiciales represivos. Es necesario apoyarse en la fuerza creciente demostrada por los ciudadanos, de la influencia internacional y de la diáspora para lograr cambiar el sistema de votación realmente transparente y, de llevar hasta el último rincón la fuerza necesaria para tener un país libre y democrático.

 

miércoles, 22 de noviembre de 2023

 NARRATIVA DIGITAL DISRUPTIVA

Genaro Mosquera



Ha llegado la predominancia de la narrativa digital y de las expresiones individuales que se han transformado en programas automatizados y repetitivos en una réplica comunicacional disruptiva de la ciencia estadística y de sus métodos tradicionales los cuales construyen información a partir de una mezcla de variables individuales, se crean algoritmos, frecuencias absolutas y relativas que alimentan modelos probabilísticos como aproximaciones de eventos reales cuyo análisis facilita la inferencia o estimaciones de fenómenos especialmente sociales, con orientaciones fundamentales para la toma de decisiones y la comprensión de eventos científicos, incluyendo la comprobación de diseños experimentales.

Este enfoque, antes limitado al manejo relativo de la data ahora, es de tratamiento masivo usando grandes manejadores de datos, almacenamiento y administración en potentes servidores conducentes en buena medida a la transformación digital de estos tiempos. El avance señalado produce también disrupciones al polarizar el uso y comprensión de la información; en efecto la narrativa repetitiva en las redes sociales induce a un cambio de mentalidad, pero por lo general, esta se hace borrosa, difusa, inexacta, global, que rompe toda la estructura estadística, viola el secreto individual, y no se preserva la unidad estadística confidencial y, por lo general, no se respetan preceptos morales y se afianza lo emocional llegando al extremo de que sus procesadores o promotores se convierten en interpretadores de sus propias verdades y difusión convirtiéndose en una especie de oráculos postmodernos influenciando sus propias creaciones,

Las redes sociales, signo inequívoco de la transformación digital, destruye la formalidad de la narrativa y de sus medios ortodoxos, sus efectos diluyen lazos familiares, rompen la ciudadanía, nos hace globales e ignoran las artificiales fronteras nacionales bases de la acción política nacionalista, lo cual lleva aparejado la interpretación unilateral de las leyes y consecuencialmente sus acciones contribuyen la mayor parte de las veces a hacerlas inválidas,

Las personas bajo su propia iniciativa e integrantes de una mutación social asumen comportamientos individualistas de la información usada a su manera y se separan de los que consideran diferentes hasta el extremo fundamentalista, “o estás conmigo o eres bloqueado en el mejor dos casos”, o simplemente, lo consideran enemigo y construyen un nuevo nacionalismo singular. Algunos resucitan los nacionalismos decimonónicos con una lingüística deformada, y destruyen sin saberlo la cultura tradicional, en especial la occidental la cual empieza a cambiar producto de la extremista formulación del fundamentalismo ideológico-religioso o personalista de los grandes dictadores modernos de la humanidad.

Ese nuevo hombre, ata su comportamiento a la poca reflexión la cual está basada en esquemas repetidos, videos, trucos de la realidad, construcción de su propia realidad virtual y contribuye a hacer o de ser instrumento del poder un mecanismo de dominación y castigo que de alguna manera afectan a sus ancestros o semejantes soportado en el origen mesiánico de su poder unipersonal, a veces de grupos o del terrorismo postmoderno, lo ejecuta sin escrúpulos, ética, valores y son sangrientos en su conducta, sin importar de otros y mucho menos toma en cuenta la libertad o a las normativas ya deterioradas de la democracia. Muta hacia atrás como nómada, se suma en manadas depredadoras sin respetar fronteras y exige que se les atienda, alimente, financie y se le pensione con el alcance más exhaustivo, sin esfuerzo y lo transfiere como obligación a otros. Se inician en otros destinos y usan esquemas que desafían otras culturas con sus normas odiosas pregonan acciones “contra la injusticia de la civilización occidental” y miran como milagrosos a los albaceas de las dictaduras detentoras del gran poder que intentan dominar al mundo, desprecian la fe y como consecuencia, la cultura tradicional y la religión.

La informática sustituyó a los libros y la prensa, estos se debaten en estertor agónico, son sustituidos por las plataformas digitales, la inteligencia artificial, las convocatorias sociales, y se hacen franquiciantes de los manejadores del poder afianzados en la incultura, la ausencia de educación y la humillación del trabajo como fuente ciudadana. Se hacen instrumentos sin saberlo de los poderes nuevos del mal llamado progresismo los cuales secuestraron al mecanismo democrático de la separación de poderes montado sobre la expoliación humana y la depredación de los recursos, con mirada limitada sobre el futuro de la humanidad, sin importar sus efectos, es algo así como que nada importa que las generaciones futuras arreen con la sustentabilidad o los efectos destructivos a la cual está sometido el planeta.

Sus dirigentes, dotados del poder omnímodo logrado sobre la mentira, la propaganda de las redes y de los medios bajo su control, agrupados en los preceptos de la nueva religión atea de Sao Pablo, Puebla; Madrid y Davos divorcian de hecho la representatividad de los intereses de la sociedad civil sujetos al poder centralizado, amarrando por la fuerza la disidencia de cualquier nivel; derrumbando símbolos históricos sustituidos perversamente por nuevos ídolos y banderas sustentadas en el crimen y la violación de los derechos; estimulan un conflicto artificial usando como efecto la feminidad sin considerar verdaderamente que son seres humanos con iguales derechos y que la diferencia solo estriba en su competencia, y no por donde ejerce en la intimidad la vieja y natural práctica. Desestimula los preceptos públicos, potencia la mentira y ataca a quien denuncia o se opone argumentando, aparentando y engañando, usando la falsa narrativa de la defensa de la democracia y la libertad.

El que se opone es execrado, expulsado, maltratado o encarcelado usando la falsa dialéctica de la justicia o simplemente, bloqueado con vocación absolutamente totalitaria, vulgar y denunciadora al mejor estilo nazi, arrasando con el estado de derecho y sustituirlo por suplantadores, fanfarrones, narcisos del derecho y del uniforme en una acción depredadora de la cultura. Estamos cada vez más imposibilitados de detener tal estado de cosas. Vemos el desmontaje de la democracia como un castillo de arena desmoronándose por la influencia de vientos rojos cada vez de mayor fuerza que como estrategia reedifican e intervienen las organizaciones occidentales construidas para la preservación de los derechos, y como estrategia que no es nueva las infiltran vestidos con ropa formal para cubrir sus escamas de reptiles devoradores.

Urge entonces una clara comprensión de este ecosistema por los actores académicos, políticos, y de quienes hacen vida en los medios de comunicación social. Se trata de recomponer y restablecer el necesario tejido social, reconectar los enlaces básicos que hagan posible la convivencia futura y su gobernabilidad estimulando conductas, pasando de la intimidad del hogar maltrecho a las manifestaciones públicas, sin miedo, poniendo al descubierto las prácticas impúdicas, mostrando sus debilidades, contrastándolas con los símbolos de progreso, potenciando el tema de la segregación racial con argumentos contrarios y claro está, desmontando con valor y fuerza en tiempo real sus discursos distorsionantes y lavadores de cerebros.

La comprensión sociológica de esta ola histórica producto en buena medida de la transformación tecnológica hace desaparecer a dirigentes natos como consecuencias de la dificultad de visualizar claramente los objetivos y el mundo global, y si no se cultiva una nueva cultura política formal los hace improvisar y actuar como dirigentes que serán ignorados, incluyendo a los que se autodenominan con vehemencia candidatos y, creen que son los elegidos por los dioses, y se adaptan con demasiada facilidad al régimen de la mentira para sustentar sus maravillosas dotes basada en la simulación, y lo que es peor, en su propia visión de la legalidad y el desarrollo de su verdad aprovechando la vía digital, realidad aumentada y control social sustentada en la fuente de encuestas de opinión diseñadas para conglomerados falsamente construidos que solo conduce a una falta de representatividad y que de paso proyecta a sus autores en base al mercadeo digital como prohombres, de gran influencia y que ocultan su narcisismo, faramallearía, pretensión y riqueza fácilmente adquirida.

A eso nos enfrentamos en esta nueva revolución, un fenómeno transcomplejo, global, sustentado en la inmoralidad, la corrupción y el gran tesoro apropiado y que se levanta como una barrera casi impenetrable frente a la conducta tradicional. Por supuesto, no hay respuesta fácil, los nuevos ideólogos occidentales tienen un gran trabajo que hacer antes que el caos y la destrucción crezca mucho más desde la familia hasta las fronteras y nos transforme en hordas humilladas, traficadas por el nuevo poder, pero que inevitablemente nos empujará a la reflexión y a la construcción de trincheras protectoras para recomponer el tejido social provocadora de una implosión que puede ser descontrolada si no nos organizamos, no por medios tradicionales de la política, sino mediante el uso de las tecnologías, que permitirán dar paso a soluciones pensadas y estratégicas en beneficio de la humanidad y ni qué decir de este humillado país.

Pequeños pasos inician la contramarcha, reinstalar y ajustar los sistemas comunicacionales, apresurar iniciativas, pero es demasiado importante rescatar al sistema electoral secuestrado, fuentes del disimulo para aparentar lo que no se es y su consecuencia fraudulenta. Hay que empezar por ahí, dignificar, identificar, procesar, no hablamos de remodelar, hablamos de hacer un registro verdadero y confiable, hablamos de nuevos dirigentes verdaderamente transparentes, hablamos de sistemas claros, fáciles y controlables, de no ser así, la propaganda no avasallará, por ejemplo, para un problema que todos sabemos cuál es y en qué consiste nos echarán en cara que los resultados de un plebiscito conducido por ellos sacó el doble de votos de la ganadora de la consulta primaria, argumento este muy poderoso iniciador de la mentira.

No dejarán, léase bien, no dejarán votar a la diáspora, no inscribirán a nadie y no permitirán cambiar o actualizar las direcciones de nuevas locaciones, con esas herramientas y la poderosa fuerza informativa oficial dentro del marco de la disrupción comunicacional pretenden derrotarnos. ¿Estaremos a tiempo?

 

NA