sábado, 30 de enero de 2021

Agenda Universitaria

 



Después de que el régimen ha usurpado a la Asamblea Nacional y desde su tribuna amenaza con expropiaciones, persecución y toda clase de arbitrariedades en un claro atentado a las libertades ciudadanas; arremete contra las pocas instituciones formales y a la población venezolana  que en medio de esta locura atraviesa una espantosa crisis sanitaria y financiera. Se ha advertido que la llamada oposición nada hará al respecto y en  su lugar se concentran en seguirle la corriente al régimen sin importar que la población los perciba como facilitadores y cohabitantes de tantas tropelías y, en aparente protesta, usan la artificial retorica que es su único instrumento poco creíble desvinculándose claramente de los intereses ciudadanos.

Dentro de ese escenario, el régimen le ha dado prioridad a las instituciones universitarias para su sigilosa por ahora de su intervención. Ellas  se debaten en silencio frente de tanta ignominia, y la  agonía  de los salarios vergonzosos, de la  paralización de sus actividades; de decadencia y carencia de espacios docentes, académicos y de investigación cuya estructura está siendo destruida paulatinamente dejando a las universidades en fantasmagóricos espacios vacíos, con autoridades no legitimadas,  y en el más total abandono, ante lo cual, y desgraciadamente, un porcentaje significativo de buenos docentes se marcharon a buscar condiciones favorables para su decoro y ejercicio de la docencia y de la investigación.

Ante tanta desdicha, la comunidad universitaria comienza a activarse, están denunciando la usurpación del poder de manera documentada por los mejores expertos legales. Voces altisonantes acusan al régimen de la asfixia presupuestaria, ponen de manifiesto la queja de la nula representatividad de sus autoridades, las cuales visualizan de manera complaciente y eterna con las políticas educativas del régimen, y que no tienen la voluntad de ejercer más allá de la retórica la autonomía universitaria, orientada fundamentalmente para elegir sus propias autoridades, y sus dirigentes actuales no aplican con la excusa de reglamentos que han cambiado las reglas legales.

Todo lo anterior requiere de una Agenda Universitaria que estimule una serie de acciones más allá de las declaraciones y comunicados, que reaccione contra tanta desidia dejando de lado el discurso vacío  de sus autoridades. Necesita oponerse de frente a la intención del régimen de apropiarse del sistema educativo con fines ideológicos, diseñados para la instrumentación de planes del sistema socialista, por cierto, guiado por la mano del sistema cubano que conduce la construcción de líneas de conducta que convierten los centros de estudio en centros de adoctrinamiento y fanatismo, y que, demagógicamente, afirma formar verdaderos profesionales cuya competencia se ha puesto en duda ante la incompetencia de su ejercicio como consecuencia de la ausencia de una formación adecuada y acorde a los tiempos modernos de la ciencia.

El  régimen aplicando  su plan previamente concebido, con una clara visión político comunista, interviene  la educación superior condicionando su potencial desarrollo y de manera monopólica controlan el ingreso de quien ellos determinen mediante un sistema de admisión totalmente controlado al más viejo estilo marxista y que se integra bajo el supuesto negado de una estructura económica concebida bajo el esquema centralizado, dependiente de intereses y control de la socio economía, mucho más allá, de los intereses internos, conectados con los requerimientos de la Cuba explotadora y de los gobiernos acólitos de países antidemocráticos.

Mediante una programación contenida en un supuesto plan patriótico intentan instalar una economía centralizada y planificada enmarcada en el esquema socialista, en un plan productivo utópico, articulado a intereses de las mafias internacionales y dirigida a instrumentar un sistema productivo para lo cual requieren personal ideológicamente leal y aspiran a construir un recurso  enmarcado en dicho sistema y administrado por fanatizados funcionarios listos para elegir de manera forzaba a potenciales estudiantes a carreras profesionales cuyo contenido es totalmente deficiente y que no son tales, sino inventos improvisados correlacionados con una supuesta producción socialista. El examen de sus líneas de desarrollo y perfiles educativos muestran la debilidad de sus competencias mediante diseños curriculares definidos por decreto, sin objetivos claros y no acordes al desarrollo de las verdaderas necesidades del país, de la ciencia, tecnología e investigación. El planteamiento comentado será un gran fracaso y en consecuencia la actividad profesional desaparecerá.

Ya se ha advertido reiteradamente, pero hasta ahora nadie dijo nada, ahora aparecen comunicados de decenas de profesores, que por fin se dan cuenta de la intención del régimen y el impacto que tiene en su propio ejercicio de la docencia, de tal manera que se han manifestado sobre el tema, incluso vimos comprometiéndose valientemente con la denuncia. Es curioso, vimos firmas de antiguos chavistas que regresaron a la universidad después de contribuir a echar las bases del socialismo y consecuencialmente de la dictadura actual, y sin pena alguna, se anotan en una dudosa oposición, tal vez arrepentidos, pero ya la pusieron y todos lo sabemos, incluso hay connotados comunistas, no sabemos si de buena fe o simplemente son caballos de Troya.  En fin, no importa, lo relevante es que se dieron cuenta que la universidad va directa al barranco y nos quedaremos sin ella, y tampoco con los míseros salarios que nos pagan,

Otros, con gran comprensión entienden que buena parte de la responsabilidad de los ocurrido son las propias autoridades universitarias,  quienes no solo se plegaron a los intereses del régimen., sino que se dedicaron a una eterna lucha por el presupuesto, parecen jefes de personal conviniendo con su jefe mayor como lo  ha sido el  representante del fulano poder popular para la  educación y soportando estoicamente las decisiones de un Consejo Nacional de Universidades integrados por un sinnúmero de universidades  nuevas, de dudosa calidad al frente de fanáticos socialistas que obedecen a rajatabla las decisiones del régimen, tal y como corderos. En buena medida, han determinado que  la comunidad universitaria les diera la espalda. Afortunadamente voces responsables y de gran relevancia han solicitado el ejercicio de la autonomía universitaria, enfrenando incluso al régimen, cansados de una dirigencia inerte, y  exigen institucionalmente llegar a cabo las elecciones de todas sus autoridades universitarias, muchas de ellas, suplentes o elegidas a dedo, y lo hacen independientemente, enfrentando los intereses del régimen de cambiar las reglas electorales a su viejo estilo fraudulento violando la Ley de Universidades e imponiendo reglamentos írritos y antidemocráticos,

La Agenda Universitaria mencionada requiere operacionalizar no solo la representación de autoridades que legitimen la defensa de la universidad, sino también oponerse a la eliminación por decreto de las profesiones que no solo tradicionalmente han egresado miles de miles de eficientes profesionales, sino de evitar que la educación en pleno se ideologice en función de intereses comunistas, de una planificación marxista, de defender la libertad de cátedra, el espíritu rector de la universidad, la investigación como elementos del desarrollo,  y enfrentar como lo ha hecho históricamente a la dictadura que nos somete,

Es por ello que nuevamente hacemos el llamado para que un grupo de lo más relevantes académicos, profesores y estudiantes que tiene la universidad puedan estructurar una agenda en defensa del sistema universitario de manera holística y que  permita sugerir las bases de una estrategia que necesariamente debe ser compartida con sus pares de la sociedad civil. Ello se logra y hemos  sido reiterativos  en unión con lo más representativo de esa sociedad integrados por un conjunto de  personalidades, honorables,  sin mancha, ni rabos de paja  que existen por cantidad,  y que muchos de ellos han aceptado el reto de intercambiar con el alma mater en busca de ampliar la agenda propuesta y,  luego ir al encuentro de la sociedad organizada, no importa sus objetivos generales, sino mas bien sus propósitos comunes en relación a país nacional y , representada también por sus gremios profesionales, que hacen oposición y planes concretos, de los sindicatos de los trabajadores que por ausencia de un liderazgo interno solo ven el tema salarial como primordial, claro que es primordial, pero la libertad ciudadana debe estar primero para lograr luego una remuneración acorde con su formación. Entre ellas la profesión de maestro que es la más importante del mundo como es enseñar, formar y contribuir con el desarrollo nacional.

La variedad de estas organizaciones es tal que inútilmente han intentado buscar acuerdos dentro de sus objetivos y de sus liderazgos, pero no se ha logrado producto de los intereses personales los cuales aparentemente han  valido mas, pero es el momento, que sin egoísmo al menos unos pocos, suficientemente representativos puedan dialogar con el frente universitario y posteriormente con la formidable fuerza humana que representan y  que no pueden  permitir que el país siga por el cauce de una educación fanatizada que por seguro arruinará mas al país y lo convertirá en un  país inexistente, lo entregara definitivamente a países extranjeros, los convertirá en estado terrorista y será entonces otra Venezuela donde  no podremos vivir nunca más.

Es ahora, que tomemos la iniciativa, hagamos una agenda que comience en el sector universitario, en cada lugar del país. Tenemos, fuerza, y el valor moral para dejar que esbirros nos continúen expoliando, persiguiendo, maltratando y desapareciendo. El venezolano tiene sangre libertaria en las venas y se debe involucrar en lograr su libertad y reencauzar al país en un Estado democrático, que permita discutir y acordar el plan de desarrollo cuyas bases ya están disponibles con diferentes enfoques y deben ser acordados, luego echar las bases para reinventar nuevos partidos, probos, representativos y modernos, típicos de la democracia y del ejercicio electoral formal y transparente para elegir sus dirigentes.


 



sábado, 23 de enero de 2021

Agenda para un liderazgo emergente

 




Se profundiza la crisis venezolana, las amenazas suben de tono una vez que el régimen ha logrado los propósitos de apoderamiento de las instituciones del Estado, ahora se voltean no solo contra una oposición que no cubrió las expectativas, incluso plegándose a los intereses del régimen, sino que ahora, comienzan con la cacería de brujas y la consolidación de su esquema socialista vinculado a los grandes intereses del estado obscuro de las fuerzas antidemocráticas. No solo es solo la persecución anunciada, sino que han acordado hacer tierra arrasada con todo lo que se le oponga al típico estilo de la polarización y uso de la demagogia y el populismo.

Ya lo anunciamos, la destrucción de las pocas instituciones que quedan, entre ellas las universitarias le seguirán, al igual que instituciones gremiales y sindicatos. El nuevo juego comienza con desventaja para el país, pero como también afirmamos reiteradamente, queda todavía dentro del país una oposición de verdad quienes comienzan a ver en medio de los sufrimientos y limitaciones un futuro nada halagador sustentando en el control y la perdida de libertades, y no lo van a permitir.

Las reservas morales comienzan a moverse dentro del sistema universitario, más allá de la retórica, se organizan, denuncian al Estado fallido, están claros en la usurpación ilegal, en la ocupación de fuerzas extranjeras y en la debilidad de los conductores de dicho sistema. Ya se pronuncian, se organizan y han aceptado las sugerencias para retar al régimen desafiando sus esquemas impositivos, están organizando las elecciones universitarias con la ley en la mano para elegir a sus conductores. Es hora de legitimar a sus dirigentes para cambiar a los que perdieron la vinculación con su comunidad, tal como también ocurrió, con los partidos políticos que quedaron en manos de negociadores y demagogos populistas.

La comunidad universitaria sobreviviente ha entendido la necesidad de construir un nuevo liderazgo que rescate la misión y valores, y vincule sus argumentos libertarios con los mejores representantes de la sociedad civil con el fin de construir una agenda no solo con el objetivo de preservar la autonomía universitaria perdida, sino de lograr un movimiento organizado con redes humanas y algunas organizaciones formales, para que en primer lugar, defender la educación de la amenaza intervencionista, deformadora y del socialismo fanatizado, y luego, contribuir con el rescate de la libertad y la democracia, todo ello, sin lugar a dudas, crecerá y se articulará con las poderosas fuerzas formales de las organizaciones que agrupan a la comunidad de profesores, investigadores, estudiantes y personal de servicio en unión necesaria con sindicatos nacionales y regionales en una gran cruzada contra la opresión.

No basta con empujar el alma hacia adentro, cargarse de energía y enfrentar a la dictadura, es necesario usar su fuerza rectora para la reconstrucción del país, en especial la educación en su conjunto e ir a su revisión integral para sacar de las cenizas al sistema universitario, modelar la opinión pública con los principios y valores que tiene de origen para defender sus derechos, potenciar la defensa de las instituciones y de la democracia en general. No importan los obstáculos y la diversidad, en la universidad está la fuerza vital para la construcción de un nuevo liderazgo hasta ahora oculto que comienza su accionar dentro de sus propios y destruidos espacios.

La educación venezolana perdió el norte, basta ver su abandono y pérdida de objetivos, basta leer el desprestigiado plan de la patria y sus acciones destructivas, y declaraciones de los incompetentes, pero fanáticos ductores del socialismo, por esa razón, la agenda de lucha cambia, no es solo es oponerse con retorica o argumentos que ya todo mundo maneja, sino  de ayudar a eliminar obstáculos que limitan la libertad y ponerla en manos de verdaderos ductores de sus instituciones, y de apoyar a un pueblo con acciones  realistas y de cambio.

Es imprescindible  sentar la bases para reconstruir la educación,  vincular su misión para contribuir con el derecho inalienable de restablecer el derecho ciudadano y de organizarnos, en una primera etapa con líderes nuevos, que faciliten la cohesión e induzcan el fin de la usurpación, y posteriormente, contribuir a la redefinición de los  objetivos de su propia institución, y las del estado, sin excluir a  los partidos políticos, esenciales para el ejercicio de la democracia decantando a tanto líder corrompido y populista que se apoderaron por años de sus organizaciones con fines particulares.

Con relación a la reformulación universitaria, su agenda tiene que plantear varias cuestiones emergentes, independientemente de legitimar a sus autoridades y de señalar el rumbo de qué hacer para incorporar efectivamente a cientos de miles de estudiantes y profesores que fueron abortados del sistema huyendo de la destrucción, la falta de recursos y la humillación de vergonzosos ingresos, así mismo qué hacer con más de un millón de egresados de instituciones improvisadas, desacreditadas, tergiversadas ideológicamente, fanatizadas e integradas con objetivos socialistas y una utópica conexión con un producto sin consistencia. En otras palabras, diseñar una estrategia y consecuencialmente un plan de reacomodo complementario para reeducar las ausentes competencias y poder insertarlos como verdaderos profesionales y emprendedores. A lo interno, la estructura universitaria, deformada e hipertrofiada debe ser reformulada en términos regionales, estadales y nacionales dentro de un esquema especializado de niveles profesionales, de investigación y desarrollo que requerirá el país en los próximos cincuenta años.

Tarea dura, de integrar instituciones con objetivos repetitivos, de recursos compartidos e insuficientes con el modelo de funcionamiento actual, integradas por estructuras organizativas inútiles, y la consiguiente pérdida de eficiencia y dilapidación de los recursos. Plantear el redimensionamiento de los niveles de formación profesional, de la investigación y producción, tarea difícil, pero absolutamente imprescindible para acometer el recate del país, de su fuerza creadora y de su ciudadanía.

Es claro que el sistema perdió el rumbo, que creció sin medida conducidos por la inercia, apoyado en la retórica y las tradiciones, ese círculo requiere ser cambiado con una visión integral, ductora de la sociedad y el restablecimiento de su conexión con  ella, la cual por cierto, jamás lo ha perdido, pero requiere de un apoyo orgánico, que señale el rumbo, contribuya con las organizaciones civiles y señale la necesidad de desplazar la usurpación, corruptos, invasores, oportunistas y dictadores de sus propios partidos, es decir, poner de manifiesto  la necearía agenda donde se destaca una acción prioritaria y reconstructiva de reinventar a los partidos políticos, pieza clave de una República Democrática como  verdadera fuente de representación, apoyada en una militancia comprometida con sus objetivos y  en posesión de visión ciudadana y democrática, que logré la debida participación  y selección periódica de sus dirigentes, que enfrente al populismo, verdadero enemigo de la democracia y, en otras palabras, redefinir conceptualmente como los partidos políticos deben orientar el cambio para contribuir con los  mecanismos democráticos.

La agenda nacional y regional comienza a dibujarse, organizarnos en cada centro con los  mejores representantes de su comunidad, que logre la vinculación con los mas competentes de gran cantidad de organizaciones civiles, de personalidades que individualmente tienen la consistencia, voluntad de cambio y claridad ciudadana para estructurar una red efectiva que conecte con la gran masa de educadores, trabajadores, gremios, sindicatos y organizaciones estudiantiles que enfrenten a la dictadura marcando la pauta para el cambio necesario de un régimen que acabó con  el país y nos convirtió en sumisos y humillados, con la increíble pérdida de derechos ciudadanos. No podemos continuar con la situación de un país que ya no existe, invadido e intervenido provisto de un mensaje de miedo y amenazas.