PERSPECTIVAS POLITICAS DE LA DEMOCRACIA EN LATINOAMERICA
Genaro
Mosquera C.
No
cabe la menor duda, el virus comunista de Venezuela ha migrado hacia los vecinos de América Latina (LATAN) instrumentado
por un plan cuyos operadores están en
Cuba y sus ductores en Rusia, apoyando su crecimiento por las estrategias
diseñadas desde el Foro de Sao Paulo y, más
recientemente, por el denominado Grupo de Puebla, reunido en julio de este
mismo año en México bajo los auspicios del gobierno de López Obrador.
Este
grupo acordó los principios orientados
al combate contra los países democráticos en la región bajo la dirección del trió: Zapatero, Santos e
Insulza, relevantes operadores socialistas que se hacen acompañar por
personajes bien conocidos en los respectivos países de origen en su condición
de connotados representantes de la extrema izquierda los cuales despliegan una
actividad frenética que incluye la fuerte oposición a los planteamientos del Grupo de Lima y a la de ex presidentes de
países de Latinoamérica agrupados en la
organización IDEA.
El
grupo de Puebla resume su planteamiento fundamental de la manera siguiente: “Los
espacios políticos progresistas de la región necesitan adueñarse del mañana. Es
el mandato de la memoria emancipadora. El presente nos obliga a un nuevo
impulso del hacer y el pensar ante la urgencia que representa el avance de la
derecha conservadora. El retroceso de los importantes logros conseguidos en la
primera década del siglo en varios de nuestros países y el asedio sobre los que
aún resisten, son parte del día a día regional.”
Este
grupo reforzando por las orientaciones de los partidos comunistas representados
en el Foro de Sao Paulo se articulan con los intereses geopolíticos rusos, chinos, de otros países no
democráticos, del crimen organizado, especialmente operado
por la guerrilla colombiana, el
narcotráfico y los connotados corruptos
locales insertados en el régimen venezolano con pretensiones globales de poder.
Ese
movimiento produce una clara estrategia de conflicto entre la democracia y la antidemocracia
lo cual revive la guerra fría posmoderna,
cuyo escenario es América adoptando un lenguaje agresivo que apoyado en grandes recursos económicos
producto de la fuente financiera venezolana, narcotráfico y del financiamiento
del crimen organizado internacional permite maniobrar en el sistema económico
financiero, comprar voluntades, gobiernos, organizaciones institucionales y
empresariales pretendiendo con ello
desestabilizar a los países democráticos..
El apoderamiento continental se apoya además en
la estructura militar cubana, venezolana, guerrilla colombiana, y milicias o
colectivos que se mueven en varios países de América sin dificultad para causar
la desestabilización de Colombia, Perú, Chile, y Ecuador. Pretenden hacerlo
extensivo a Argentina y Honduras. El mencionado apoderamiento tiene sustento de
las fuerzas armas complementado con la insolente intervención militar rusa y
china los cuales han instalado bases militares y de comunicación en Venezuela
cuya influencia ya se extiende a
Bolivia, Cuba y Nicaragua en evidente provocación a las democracias actuales y
especialmente a los Estados Unidos de Norteamérica
quien “deshoja la margarita” fortaleciendo con esa actitud y ausencia de decisión
la penetración e invasión a suelo americano.
La
resultante del modelo de dominación
desarrollado es una nueva versión política de apoderamiento de LATAN diseñada
para afectar a los países democráticos destruyendo su infraestructura productiva induciendo
manifestaciones violentas propagando un lenguaje revolucionario pasado de moda, Su efecto es desbastador, estimulan el éxodo
de la población y al empobrecimiento a límites insostenibles frente a la mirada
pasiva de gobiernos que observan la
destrucción del patrimonio social y económico de manera indiferente ante el
intento de derrumbar a gobiernos democráticos.
Algunos
países del continente americano y otros europeos contaminados con una visión
socialista hipócrita voltean la cara ante los hechos provocados de deterioro de
la democracia, incluyendo al gobierno norteamericano que duda en su política
exterior ante una estrategia en pleno desarrollo caracterizada por el reto y burla
del ductor principal encabezado por Rusia; también penetrado por ciertos sectores
del partido demócrata y movimientos políticos internos en crecimiento que
mordieron el discurso socialista.
El
movimiento político opositor de la supuesta unidad nacional venezolana no han sabido
visualizar la perspectiva nacional y mucho menos regional, han caído en brazos
del chavismo madurismo y del movimiento llamado progresista cuyo discurso se
centra en la negociación para que el
régimen continúe ganando tiempo en su plan de favorecer a los regímenes socialistas. Finalmente acudir a
los sistemas electorales fraudulentos en el intento de sacar ventaja sin cambios
significativos en el sistema de elecciones para validar su lenguaje de paz mentiroso,
mantenerse en el poder y legitimarse internacionalmente.
Hay
un plan continental de desestabilización política que se ha advertido por
varios medios estimulando el descontento popular argumentando la aplicación de medidas
y ajustes induciendo a sectores comprometidos a tomar la calle para destruir bienes
y desequilibrar los gobiernos, La abulia, desesperanza aprendida y falta de fe,
ha permitido el crecimiento de estas acciones del comunismo internacional. Este
plan hay que enfrentarlo con toda la fuerza necesaria ante el peligro latente a
que con un falso lenguaje se deje que
América Latina sea conquistada por el comunismo en una reedición moderna
del poder bolchevique renacido con nuevas características.
Se nota muy
claramente como ese movimiento comunista desarrolla la violencia acompañado de un
discurso inverso de paz acusando a los
gobernantes de prácticas sociales equivocadas donde ellos han demostrado su incompetencia
como son los casos cubanos, nicaragüenses, bolivianos y venezolanos. Acusan a
los gobiernos democráticos de violentos ante la propaganda del supuesto renacimiento
de dictaduras señalando comparaciones odiosas con regímenes del pasado como es
el caso de Chile y pregonan sin rubor el apoyo a las manifestaciones que
califican de pacificas denunciando demagógicamente las desigualdades del modelo
neoliberal, la supuesta criminalización
de los gobiernos y de acciones militares
asumiendo el falso positivo del derecho de protestar en evidente paradoja
frente a su conducta en Venezuela y del falso planteamiento en “búsqueda de una
sociedad justa y solidaria”.
Apoyan abiertamente
al régimen de Maduro y usan al país como cabeza de playa para el desarrollo de
sus estrategias, llaman al dialogo para mantener a tan oprobioso régimen en el
poder, estimulan y defienden la penetración de fuerzas militares cubanas, rusas
y chinas, expolian los recursos naturales, y propician desde territorio
nacional la instrumentación del los planes desestabilizadores con recursos de
todo tipo, incluyendo a mercenarios
pagados por el régimen.
Mientras todo eso
ocurre a nivel regional, en Venezuela se profundiza la estrategia particular
asociada a cierta oposición, a sus intereses negociadores y planean unas
elecciones parlamentarias que excluyen a las presidenciales, desechando la pretensión
de dejar el poder y estrangulando a la sociedad mediante la represión y estimulando las estrecheces económicas dejando
de lado todo tipo de consideración democrática.
Es hora de asumir que
los planes comunistas deben ser combatidos con todas las herramientas, defender
la democracia, desalojar del poder a los gobiernos totalitarios de Cuba,
Nicaragua, Bolivia y Venezuela. Destruir sin miramientos las confabulaciones de
los dirigentes socialistas y de sus organizaciones terroristas. Llego la hora
de las coaliciones necesarias, con TIAR o sin el, excluir sin miramientos posiciones cínicas a los usurpadores en
defensa de la real democracia.
En Venezuela no se
soporta más la dictadura y sus efectos, no podemos aceptar la cohabitación y
colaboracionismo de los oportunistas, hay que resistir, actuar y liberarnos de
la oprobiosa usurpación.
Todo termina, pero
para que termine, hay que hacerlo terminar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario