Volvemos al espejismo electoral. En esta oportunidad es necesario
enmarcar la acción del régimen venezolano dentro del contexto de un movimiento
global, representado por las orientaciones del Foro de Sao Paulo derivadas de
sus últimas decisiones tomadas en los últimos días del mes de febrero, y que
como prioritario tienen hacer a como dé lugar las elecciones regionales, por
supuesto, haciendo abstracción de las elecciones presidenciales, ignorar
olímpicamente la usurpación del poder, burlarse de la gente y utilizar sin
miramientos los intereses subalternos de la oposición cohabitante y
secuestradores de partidos. Esta acción ratifica el modelo electoral
continental socialista, como la mejor arma que han podido encontrar en los
últimos años para lograr el poder donde les convenga a sus intereses globales
totalitarios.
La directriz global derivadas de dichas decisiones, están apoyadas de
manera manifiesta en cualquier debilidad social o económica para justificar sus
acciones. En esta ocasión usan el coronavirus como parámetro político mediante
el cual afirman que su propagación es producto de la ausencia de capacidad y
control de gobiernos y que, por lo demás, han profundizado las desigualdades
regionales. De esta manera, componen una estrategia que viene avanzando como un
ariete en la opinión pública, modelándola a sus intereses y potenciada por el
eco que producen grupos de activistas, tales como los defensores del aborto,
desigualdad racial, defensa de los privilegios a la gente de color, defensa de
la depravación y del homosexualismo como elementos de libertad individual,
ofensivas de género y ataques a las religiones. Todo ello como una plataforma
del llamado movimiento progres que, en general, es financiado por las grandes
transnacionales sin rostro, especialmente informativas y de los gobiernos
títeres a sus intereses y que ya se hacen eco hasta en los espectáculos
televisivos y la prensa internacional.
En esta ocasión, como un eslogan publicitario, incorporan la pandemia
como parte de sus planes y programas, destacando su efecto como resultado de
las políticas neoliberales, haciéndolas responsables de que la mayoría de la
población no tenga atención médica, de ser pobres y tener una alta tasa de
desempleo. Por esas razones, la población ha sido impactada por la pandemia y
la culpa de los altos índices de contaminación y muerte son de los gobiernos
que no son de su afecto político.
Usan sin rubor información falsa, señalan muy especialmente que las
limitaciones y restricciones empresariales para desenvolverse en los tiempos
actuales para operar y mantener cierto nivel de empleo requieren la ayuda del
gobierno. En realidad, ello obedece a una cuestión coyuntural, pero hacen lo
que sea necesario para realizar acciones que contribuyan a la quiebra apoyadas
en medidas restrictivas, para luego, apoderarse de ellas fácilmente con el fin
de controlar la economía privada e irla desgastando paulatinamente. Les tienden
a los empresarios un abrazo de oso, los acogen en su seno con un supuesto
diálogo, para luego, clavarle las uñas, y reducirlos a nada, aprovechando la
supuesta ingenuidad o sus afanes comerciales de sacarle provecho coyuntural a
la situación. en realidad, se las están aplicando.
Destacan que los regímenes bajo su dirección tienen éxito contra la
pandemia por disponer de un sistema de seguridad pública alto y eficiente, que
han controlado los niveles de morbilidad producto de su desarrollo científico.
Tremenda mentira y justificación de una utopía que ponen por delante
pretensiosamente ante las sociedades desarrolladas. Sin miramientos falsifican
las estadísticas sociales ocultando la realidad y privilegian su falsa
competencia.
La estrategia de los grupos extremistas agrupados en el seno del Foro de
Sao Paulo no dejan pasar la ocasión de alinearse con el Partido Demócrata
norteamericano, que según ellos castró la administración Trump, y favorecen el
discurso eterno e irresponsable, falsamente democrático y defensor de los
regímenes que han podido alinear. Entre esos argumentos destacan el ascenso de
China como país exitoso, que venció la pandemia soslayando su responsabilidad
en su difusión global y que, directa o indirectamente, ha conseguido debilitar
la economía internacional en beneficio de sus propios intereses y el
apoderamiento de gran cantidad de empresas transnacionales en una especie de
rebatiña accionaria.
Esgrimen el discurso engañoso y brutal contra la opinión conservadora, y
en el escenario latinoamericano afirman que los han derrotado mediante la
contraofensiva electoral y popular a través de la elección de parlamentos,
centros judiciales y gobernantes regionales; que han logrado el control
militar, sujetado a los medios comunicacionales y destacan, que los mejores
ejemplos de éxito están en la triada del mal, Cuba, Nicaragua y Venezuela, todo
ello, gracias al control y elecciones fraudulentas.
El foro destaca que el arma electoral es y será el mejor instrumento
político ajustado a sus intereses, y por supuesto se atribuyen importantes
victorias electorales tales como las llevadas a cabo en México, Argentina, y
Bolivia. En fin, usan todos los instrumentales necesarios para dar continuidad
a este esquema en Ecuador, lista para caer en sus garras desacreditando al
candidato conservador. Ahora estimulan las elecciones regionales en Venezuela
como fórmula de asegurar el poder y de asociación cada vez más estrecha a los
intereses cubanos, fuente primogénita del comunismo en América Latina y el
Caribe.
Diseñan una estrategia feroz y estimuladora de levantamientos y
movilizaciones como en Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, Perú, y en
Venezuela denuncian el cerco económico, mediático y militar del imperialismo.
Destacan la maravilla de los logros en las elecciones parlamentarias, las
cuales comienzan a dar frutos con las perspectivas de diálogo y concertación a
través de la instalación en la nueva Asamblea Nacional de una “Comisión
Especial de Diálogo, Reconciliación y Paz, para todos los venezolanos y
venezolanas” y hacen la cama mullida para la fulana negociación con personajes
que mostrarán que en el país hay democracia y la oposición irá a elecciones
regionales sin dificultad y que finalmente seremos felices con el modelo del
socialismo del siglo XXI.
Esas acciones se profundizan con una directriz continental y va a
continuar avanzando mediante el falso discurso de lograr la independencia de
todas las naciones americanas que aún se encuentran bajo un poder externo a sus
intereses: “Solamente con la soberanía plena de todas estas naciones lograremos
construir una América Latina y el Caribe unidos y con un objetivo común de paz
y solidaridad. Se hace cada vez más necesaria la unión para rechazar las
políticas neocolonialistas y avanzar en la construcción de una región
latinoamericana y caribeña verdaderamente libre y soberana”
Regresan al tema del bloqueo económico publicitado hasta el cansancio y
potencian el discurso con la afirmación machacante de que “durante seis
décadas, de manera arbitraria, contra la supuesta voluntad expresa de la
comunidad internacional, Estados Unidos lo impone a Cuba, la cual se sigue
consolidando y desarrollando con su modelo de bienestar social y poder popular
que es ejemplo ante el mundo”. Afirman sin vergüenza que, además de brindar su
ejemplar solidaridad a muchos otros pueblos, Cuba lleva solo amor, salud,
educación, razón por la que el contingente internacional de Médicos
Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Releve” ha
sido nominado para el Premio Nobel de la Paz. Soslayan naturalmente la venta de
cerebros y el negocio que ello significa expoliando a su fuerza laboral en
beneficio solamente de intereses particulares de sus dirigentes.
El Foro de Sao Paulo señala que condena hipócritamente la supuesta
“guerra económica impuesta por Estados Unidos a Venezuela, país donde la
revolución bolivariana impulsa desde inicios de este siglo un proceso de
transformaciones sociales que ha reivindicado los derechos del pueblo y que, a
pesar del asedio imperial, continúa avanzando”.
La defensa del discurso político expresado por destacados activistas
internacionales de extrema izquierda está centrado en supuestas agresiones
económicas de Estados Unidos, por ejemplo, afirman que, contra Nicaragua, donde
se “desarrolla un modelo de justicia social en beneficio de las grandes
mayorías; dicen que “se han reconstruido todos los derechos conquistados por el
pueblo con la Revolución Popular Sandinista, que continúa en pie y
consolidándose cada vez más”. En el caso colombiano, han desarrollado un
esquema de denuncia de supuestos asesinatos de líderes y excombatientes de Colombia,
atentados contra la paz, señalando la responsabilidad directa de las tropas de
Estados Unidos en territorio colombiano. Obviamente, nunca señalan las
actividades terroristas del ELN ni de las FARC y sus bases territoriales y de
ocupación en Venezuela. Así mismo, inician una escalada contra el presidente de
El Salvador, acusándolo de corrupción en medio de la pandemia con las compras
de suministros para combatirla, violaciones de la Constitución al emitir
decretos que sobrepasan sus atribuciones ejecutivas, el uso de la Fuerza Armada
y la PNC para uso en su beneficio en el proceso electoral actual y su ambición
desmedida del poder total, buscando el control de la Asamblea Legislativa
El Grupo de Trabajo del Foro de Sao Paulo no deja atrás a Haití, en una
defensa contra la intervención de fuerzas externas y preparan en terreno para
la convocatoria de elecciones “libres”, Por otro lado, comienzan una frenética
actividad, financiada por el crimen internacional y por los recursos mal
habidos de Venezuela para impulsar las elecciones generales en Ecuador, Perú,
Nicaragua, Honduras y Chile, elecciones locales en Bolivia; elecciones
legislativas en El Salvador, México y Argentina. Desean a como dé lugar el
triunfo de las fuerzas de izquierda en estos procesos intentando consolidar la
denominada unidad de las fuerzas populares, y de alianzas de grupos de
oposición que son chantajeables o al menos controlados que permitan el juego
con ventaja y el despliegue del mensaje falso de. justicia social, identidades
ideológicas, y métodos de lucha bajo la concepción de que la unidad
antiimperialista es la táctica y la estrategia de la victoria.
Afirman con vehemencia que el neoliberalismo ha demostrado, una vez más,
su fracaso como modelo social y que es imprescindible el desempeño protagónico
y eficaz del Estado en función de los intereses populistas de lograr la defensa
de “América Latina como Zona de Paz y garantía de la estabilidad de la región”.
Sin consideración alguna a la libertad de los pueblos y de sus derechos humanos,
se valen de todo, incluyendo la ayuda de organismo internacionales, a los
cuales han penetrado, como son las Naciones Unidas y sus consejos de Derechos
Humanos, y de Seguridad, incluso, de organismos como el Celac destacando su uso
particular como instrumento burocrático, de ataque al colonialismo, y a los
grupos financieros no afectos a los cuales acusan de depredadores
internacionales.
¡Han establecido un plan común de acción para la construcción de lo que
llaman la “Patria Grande ya! Basada en la lucha contra el viejo esquema del
colonialismo, la autodeterminación de los pueblos y defensa del voto,
preparándose minuciosamente para las elecciones regulares programadas en toda
América.
Es un plan concebido dentro del contexto más grande denominado Estado
Oscuro, producto de los intereses globales y de los que corresponden a los
grandes intereses financieros y de dominación del crimen internacional donde se
privilegian los relativos al narcotráfico y a la corrupción. Dentro de ese
marco, se insiste en celebrar elecciones regionales en Venezuela, producto
claramente de una estrategia internacional, donde la oposición cohabitante les
ayuda a construir sus bases y funcionalmente permite la continuidad y
legitimación del poder del régimen.
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